Ir a Blockbuster fue sinónimo, durante mucho tiempo, de estar al día con los últimos estrenos, siempre y cuando se tenga la suerte de encontrarse con la copia deseada.
Con la llegada del DVD, y después de los servicios de streaming el negocio se diluyó, no sin antes rechazar la oferta de comprar a una plataforma llamada Netflix, cuando valía apenas u$s50 millones de dólares.
Según Brandwatch, una compañía experta en el análisis de marca, desde 2013 el sentimiento de los consumidores hacia la marca 'Blockbuster' se modificó de -20 a 14.
"En otras palabras, los sentimientos de la gente por Blockbuster se volvieron positivos una vez que sus tiendas desaparecieron", aseveró la firma.
Con este trabajo en mente, surgió una organización interesada en quedarse con la marca 'Blockbuster', desde 2011 en manos de Dish Network —el mayor proveedor de TV de pago de los EE.UU.
Su objetivo es relanzar un nuevo Blockbuster y convertirlo en el abanderado de un modelo capaz de superar al inaugurado por Netflix durante la pasada década, y dejar atrás las plataformas de streaming centralizadas en favor de las descentralizadas.
Como descentralizada es, precisamente, la organización que está promoviendo este proyecto: BlockbusterDAO es, como su nombre permite intuir, una DAO (siglas en inglés de 'Organización Autónoma Descentralizada'); es decir, una organización enteramente controlada por los algoritmos almacenados en blockchain, los conocidos como 'smart contracts'.
Incluso hay airbnb ambientados con la temática de Blockbuster
El secreto del último Blockbuster del mundo para seguir abierto en pandemia
"Sobreviví con el último Blockbuster", reza una de las calcomanías que forman parte del merchandising de la única sucursal abierta de la otrora exitosa cadena de alquiler de películas.
Esta tienda, la última del mundo, no solo sobrevivió al furor de los servicios de streaming como Netflix, Amazon Prime y Disney , sino que se mantiene en pie frente a la pandemia de coronavirus que provocó estragos en los comercios presenciales que perdieron mercado ante el e-commerce.
Hace más de un año la sucursal de la localidad de Bend, Oregón, en los Estados Unidos, se convirtió en el último local de Blockbuster cuando cerraron sus puertas las tiendas de Alaska y la de Perth, Australia, cobró su último recargo por devolución tardía.
Sandi Harding, la gerenta de la sucursal de Bend, reveló al medio digital Vice el secreto para mantener abierta el último Blockbuster del mundo en medio de la pandemia de coronavirus.
En el último local de Blockbuster se consiguen hasta disketes y VHS.
El desafío de renovar el stock de DVD
La encargada del local explicó que ella misma se ocupa de conseguir los nuevos lanzamientos de películas y series. ¿Cómo consigue los estrenos? Harding compra copias de DVD y Blu-Rays en otros comercios.
"Normalmente empiezo con 30 (copias) en DVD y 12 a 14 Blu-Ray. Iré a Walmart, Target, Fred Meyer, a todos los minoristas que tenemos aquí en la ciudad, y solo obtendré cinco o 10 de cada uno. No les agrado mucho si entro y limpio sus estantes, así que trato de ser consciente de eso y me aseguro de dejarles también películas a sus clientes habituales", explicó.
Cuando la pandemia se propagó por EE.UU. Harding entendió que tener clientes dentro del local era una bomba de tiempo. Por eso decidió cerrar las puertas durante unos días para pensar un protocolo de seguridad sanitaria.
Así resolvió reabrir la tienda con un servicio en la vereda. Para evitar aglomeración de clientes en la vereda, aquellos que deseaban un título en particular debían llamar a la tienda, pagar el alquiler por teléfono.
Cuando llegaban al local, un empleado de Blockbuster debidamente resguardado con elementos de protección personal, limpiaba la caja del DVD con toallitas desinfectantes y la colocaba en una bolsa con cierre hermético para llevarla al auto del cliente.
Un local de Blockbuster resiliente contra la pandemia
Sin embargo, Harding comentó que la tienda tenía de 10 a 15 clientes en la vereda por día y eso no era suficiente para sostener el negocio o justificar los riesgos potenciales. "Estás en una situación difícil, porque una parte de ti está mirando la economía y pensando: 'Debo tener clientes que vienen y gastan dinero, o mi negocio no será viable, pero al mismo tiempo, soy como la mamá taquillera", comentó. "Estos son mis hijos que trabajan aquí, los clientes son mi familia y, Dios mío, tampoco puedo ponerlos en riesgo", agregó.
Por esta razón, la tienda cerró por segunda vez, pero Harding explicó que los propietarios Ken y Debbie Tisher continuaron pagando a todos y ninguno de sus más de 12 empleados fue despedido. Para afrontar esta situación, los dueños del local de Blockbuster recibieron un préstamo de protección de la plantilla de personal, una especie de ATP.
Durante esos días sin atención al cliente, Harding y otros empleados se ofrecieron para realizar un inventario completo del local cuya colección de DVD alcanza las 22.000 unidades.
Además, los empleados de Blockbuster pegaron marcadores de distanciamiento social y flechas direccionales en los pisos. Recién en ese momento, Harding se sintió lo suficientemente segura con las nuevas medidas de seguridad sanitaria para abrir las puertas a 10 personas a la vez. "Recibí un cliente y ella dijo: 'Estoy muy agradecida de que hayas vuelto a abrir, porque no pude revisar Netflix una vez más'", dijo.
El merchandising de la nostalgia de Blockbuster
La última sucursal de Blockbuster ofrece merchandising propio en su sitio web. Los clientes pueden comprar online una gran variedad de productos como remeras, buzos, y sombreros de espuma de camionero, todos impresos con el logotipo de la casi extinta cadena de videoclubes.
También el local de Blockbuster ofrece réplicas laminadas de sus tarjetas de membresía que alguna vez fueron un must have de los cinéfilos, y una calcomanía para los paragolpes de los autos que dice en letras mayúsculas ya angustiadas: "Sobreviví con el último Blockbuster".