Durante este año, en el mercado cripto crecieron fuertemente los tokens no fungibles (NTF), que nacieron para explorar la "escasez digital" pero que rápidamente crecieron en forma de juegos y de coleccionables. Se diferencian de las criptomonedas porque:
En lo que va del año, las ventas de NFT sumaron más de u$s13.000 millones a nivel mundial y gran parte de esa suma se produjo en los dos últimos meses. Y este es solo el comienzo.
Juan José Mendez, Chief Brand de Ripio, afirma a iProUP que los NFT son un tipo de activo digital diseñado para ser únicos, característica que comparten todos los bienes coleccionables, como las obras de arte, estampillas, discos de vinilo, etc.
"En esencia, una pieza digital es un conjunto de datos. Esto significa que se pueden realizar infinitas copias de ese archivo, indistinguibles entre sí, sin perder calidad. Esto pasa con cualquier texto, imagen, archivo de audio o video en Internet", comenta.
Por lo tanto, el protocolo detrás de los NFT es revolucionario porque permite crear, por primera vez en la historia, bienes digitales escasos, únicos y por lo tanto coleccionables.
"Esto es posible gracias al desarrollo de Ethereum, que incorpora información adicional al archivo y deja registrado de forma permanente un 'sello digital' o certificado que indica que ese es el archivo digital original", remarca Méndez.
Los NFT existen desde hace varios años. En 2017, la red de Ethereum se congestionó por la enorme demanda de CryptoKitties, uno de los juegos pioneros que ofrece gatitos digitales coleccionables.
Con el correr del tiempo, se volvieron cada vez más populares entre ahorristas, artistas digitales, gamers, músicos y coleccionistas. Así, permiten ganar dinero tanto a quienes los creen como a quienes los compren y revendan cuando se revalorizan.
Según un informe de Chainalysis, la Argentina ocupa la décima posición a nivel global en adopción de criptomonedas y primera en la región en el uso de soluciones de finanzas descentralizadas (DeFi), por lo que también se prepara para ser pionera en la industria de los NFT.
Manuel y Facundo Migoya (hijos de Martín, CEO de Globant) junto a Matías Loizaga fundaron Enigma.art, plataforma para reunir a los principales músicos locales y llevarlos al mundo NFT.
La plataforma busca ser un marketplace de trading cards y canciones en versiones inéditas de serie limitada de varios artistas locales. Los primeros en sumarse fueron Babasónicos y Bizarrap, que presentaron una selección curada de piezas. Enigma.art se completará con temas inéditos, objetos personales, fotos, diseños y arte digital.
El emprendimiento logró conseguir una inversión de u$s1.200.000 en etapa de capital semilla de parte de Newtopia VC, Martín Migoya, Ripio, Alchemy y Riverwood Capital, entre otros inversores a título individual. En breve comenzará la ronda de inversiones en fondos serie A.
"En Latinoamérica no había un marketplace de artistas haciendo NFT. La oportunidad que da Ethereum es disruptiva, así que juntamos fuerzas. Es una gran oportunidad para los artistas porque pueden vender su obras directamente, ya que participan en la venta y en la reventa. Esto es algo que antes no podía haber ocurrido", afirma Loizaga a iProUP, CEO de Enigma.art y presidente del sello Popart Music, que nuclea a las principales bandas del país. .
Facundo Migoya, CMO de Enigma.art, indica a iProUP que "Babasónicos ya tenía su arte digital y quería vender canciones inéditas. El artista se lleva el 90% del negocio, es el dueño de su arte".
Según los fundadores, el roadmap del proyecto tiene tres fases:
Además de Babasónicos, algunos de los artistas que ya están participando en Enigma.art son: Soda Stéreo, Nicki Nicole, Lali Espósito, Los Fabulosos Cadillacs y Marta Minujín, quienes aportarán una selección curada de piezas inéditas y exclusivas.
Otra de las plataformas de NFT "made in Argentina" es Kephi.io. Nicolás Verderosa, su CEO, asegura a iProUP, que para entrar al mundo de los NFT primero se tiene que tener la obra ya creada para subirla a la plataforma.
"Hay que tener en cuenta ciertos parámetros, como saber en qué red trabaja la plataforma, como Ethereum, Binance Smart Chain, etcétera. Esto influye en varios aspectos: su precio, comisiones por cada operación y el mercado al que se llega", afirma.
El experto remarca que si bien la red que más se usa es Ethereum, también es la más cara, por eso muchos buscan opciones para que cualquier artista pueda subir su obra sin abonar comisiones de entre 120 y 150 dólares por crear el coleccionable digital.
Una vez que se elige la plataforma se conecta a una billetera, como Metamask o similares. Según Verderosa, habrá que contar con el token nativo de la red elegida (ethers en el caso de Ethereum o BNB para para Binance Smart Chain) que es lo que se usará para abonar.
Luego, dentro de la plataforma de NFT se debe indicar:
De esta forma, ese archivo se asociará a un código (denominado hash), que otorga la misma blockchain, para saber su trazabilidad: quién lo creó y quiénes lo tuvieron en su poder hasta el propietario actual. "Esto es lo que le da valor: es una imagen trazable que puede seguirse y está vinculada con el autor", detalla Verderosa.
Según el experto, además, el autor puede fijar un monto de regalía para el mercado secundario. Así, cuando lo venda por primera vez recibirá casi todo lo abonado por el comprador (menos la comisión de la plataforma), pero cuando se revenda la obra, se le depositará un porcentaje cada vez que cambie de manos el NFT.
"La plataforma es un intermediario pasivo y los artistas operan directamente mediante tecnología blockchain y con criptomonedas. No dependen de nadie y pueden comercializar las obras a gente de todo el mundo", señala.
En el caso de los compradores, Mendez recomienda explorar las plataformas que funcionan como "galerías" de arte digitales, redes sociales de artistas y sus comunidades. Los sitios de compraventa de NFT más populares son OpenSea, SuperRare y Rarible, entre otros.
Por su parte, José Trajtenberg, CEO de Xcapit, comenta a iProUP que los NFT vienen a democratizar el arte e igualar condiciones: "Cualquiera puede exponer y vender su obra en un mercado global. Al mismo tiempo, permite lograr transparencia en cuanto a los usuarios que tienen la propiedad de los NFT. La base del negocio es que las obras son únicas e irremplazables".
Según el ejecutivo, "el público argentino demanda NFT, ya que permite no solo aportar nuevas funcionalidades en el arte sino también en el gaming. Entiendo que serán una parte fundamental del metaverso. Es un mercado incipiente, pero tomará mucha más relevancia en el corto plazo".
Babasónicos es una de las bandas más icónicas de Latinoamérica e incursiona por primera vez en el criptoarte con el lanzamiento de cuatro versiones inéditas de su nuevo single "La Izquierda de la Noche" junto a serigrafías digitales originales del diseñador Alejandro Ros.
"Estamos muy orgullosos de poder acercar a los fanáticos de Babasonicos estas nuevas versiones de su tema. Queremos hacerlos partícipes de su obra, su historia y su evolución artística en esta nueva etapa de una de las bandas más legendarias de la Argentina", explica Loizaga.
Para comprar estos NFT, los fans o inversores deben contar con fondos en Ethereum en su billetera personal Metamask y conectarla a Enigma.art. Pueden transferirse desde cualquier exchange local a la cartera en Metamask."Elegimos este material, esta serie numerada de versiones, a modo de colección de una obra (La Izquierda de la Noche) porque nos interesaba mostrar el registro de búsqueda que Babasónicos atraviesa, a base de prueba y error, para lograr una versión definitiva", asegura a iProUP Adrián Dargelos, voz y líder de Babasónicos.
El cantante revela que han "revelado dos versiones anteriores y una posterior a la que quedará en el disco como definitiva" y remarca: "También nos pareció agregar una a capella que denote el minucioso trabajo que lleva la voz para lograr ese porte, profundidad y desplazamiento".
Así, la Argentina no sólo pica en punta en la región con el uso económico de las criptomonedas, también con el artístico, otro "brote verde" dentro de una economía en crisis.