El crecimiento de los pagos digitales es innegable. Según el Banco Central, en 2020 se hicieron 222 operaciones electrónicas de pago (crédito, débito, transferencias) por cada 100 extracciones de efectivo, cifra que marca un incremento 19% respecto a 2019.
Según Prisma (una de las principales adquirentes del país, es decir, las que afilien comercios para recibir pagos con tarjeta), en el primer trimestre del año, el monto de pagos con tarjeta de débito fue muy similar al monto de efectivo que se extrajo en cajeros: 48,3% vs. 48,5%.
Pero la gran incógnita es cómo se realizan estas transacciones en el día a día.
Pagos digitales: una tendencia que creció de forma exponencial en el transcurso de 2021
Onboarding digital
La activación de cualquier medio de pago requiere una identificación correcta y segura. Una de las innovaciones que marcaron la diferencia para la aparición de fintechs, billeteras virtuales y la modernización de los bancos es el onboarding digital.
La identificación electrónica de personas para abrir una cuenta de manera remota fue una solución imprescindible durante la pandemia. Y ese proceso, que antes requería formularios en papel y la presencia en una sucursal hoy es reemplazado por software digital donde la prioridad número uno es la correcta autenticación. Allí juegan un papel clave las cámaras de los smartphones, que permiten registrar un DNI y corroborarlo con patrones biométricos.
Por un lado, se ampliaron las redes de aceptación, los pagos son en línea. Paralelamente se fueron acortando los tiempos de acreditación haciendo que los pequeños comercios puedan afrontar pagos digitales sin tener un desfasaje financiero que los saque del negocio; pudiendo hoy acceder a soluciones de acreditación inmediata.
Por otro lado, se van popularizando los pagos y nacen nuevos protocolos de seguridad, como EMV, para reducir los fraudes dejando tranquilos a todos los actores dentro de la cadena de pagos.
"La penetración de internet y de los teléfonos celulares da lugar a mejores cambios, los clientes quieren pagar con el celular en el momento y desde cualquier lugar; entonces nacen soluciones como el Ecommerce que antes eran escasas; y QR con pago inmediato", explica Raúl Oyarzún cofundador y CTO de Geopagos.
En un pago digital intervienen 6 actores principales:
- El tarjetahabiente
- El comercio,
- La entidad emisora
- El procesador
- El adquirente
- Las redes de tarjetas.
Una vez que el comercio fue afiliado por el adquirente, ya puede recibir pagos con tarjeta.
Cuando se paga con una tarjeta física o una billetera digital asociada a una tarjeta, el comercio envía los datos de la transacción al procesador, que a su vez -a través de la red de la tarjeta- pide autorización a la entidad emisora, generalmente un banco.
En ese proceso deben cumplirse los requisitos de autenticación, autorización, confidencialidad, integridad y disponibilidad, establecidos por la autoridad regulatoria. Todo ello ocurre en cuestión de milisegundos, aunque la liquidación final requiere más tiempo, con procesos a cargo del emisor de la tarjeta.
"Consideramos que para el año entrante es importante enfocarse en proveer soluciones omnicanal completas que incluyan, pago presente, Ecommerce y QR. La interoperabilidad cada día toma más presencia e importancia como acelerador de la adopción. También se va a buscar que cada negocio tenga una solución adaptada a sus necesidades", cuenta Oyarzún.
Durante los últimos años se ha desarrollado y consolidado un gran abanico de soluciones de pago. Al tradicional "swipe" de la banda de la tarjeta se agregaron el chip NFC, que también es la base para los pagos contactless, los códigos QR y los links de pago. Del otro lado del mostrador, también se produjeron muchos cambios.
También, al POS (Point of Sale) se sumaron los mPOS (dispositivos conectados a teléfonos móviles), y, últimamente, la tecnología Tap To Phone: el software que convierte a un smartphone en una terminal de pagos.
POS, mPOS y Tap To Phone, las nuevas tendencias en pagos digitales del otro lado del mostrador.
Geopagos es la empresa referente en Latam en la creación de plataformas y redes digitales de pagos.
"Nosotros desarrollamos la tecnología que garantiza que las transacciones sean seguras, rápidas y eficientes. Y nuestro propósito es agregar valor para ofrecerle cada vez más opciones a cada uno de los actores involucrados en un pago", explica Oyarzun, .
En los pagos con chip contact o contactless opera un estándar de intercambio de información llamado EMV (Europay MasterCard VISA). Gracias a esto es posible la conexión entre tarjetas y emisores y su seguridad es considerablemente mayor al pago tradicional con banda magnética.
La tecnología genera números aleatorios y criptografía que evita que los datos de la tarjeta puedan ser reproducidos (la famosa "clonación" de las tarjetas). En el caso de los pagos con QR, el estándar también es EMV, y en los pagos con tarjeta no presente (las transacciones online) opera el protocolo 3DSecure, y a eso se suman otras herramientas de ciberseguridad.
El principal desafío para los actores encargados de estos procesos es un buen balance entre seguridad y experiencia de usuario: "cuanta más fricción haya en ese proceso, habrá más abandono de parte de los clientes", remarca Oyarzun.
"Por eso hay que hacer un muy buen uso de estas herramientas para asegurar la transacción. Si piden muchos datos, será una mala experiencia y se caen las ventas", añade.
Y agrega: "Si piden muy pocos, puede que no sean suficientes para garantizar la autenticidad. Hay que balancear, lograr buena experiencia y alta seguridad. El objetivo final es que las personas usen cada vez más estos métodos, que son mucho más transparentes, seguros y eficientes que el efectivo".
Suma Oyarzun: "sabemos que habrá nuevos cambios con la tendencia de buy now pay later (BNPL - en español, comprar ahora pagar después) como así también con la popularización de las cryptomonedas.