La palabra ecosistema es utilizada en el ámbito de las ciencias naturales y se refiere en general a toda comunidad de organismos que se relacionan con su entorno físico. Si bien algunos organismos funcionan independientemente, todos comparten y conviven en un mismo espacio para que el sistema siga desarrollándose y funcionando en su conjunto.
En los negocios se habla de ecosistema cuando se quiere hacer referencia a un entorno que facilita el surgimiento de nuevas compañías y proyectos.
Sin duda el ambiente en el que la empresa se desarrollará tiene que ver con la evolución ya que va desde tener conexiones valiosas con otras empresas del mismo rubro a conocer a inversores que crean en el proyecto.
Incluso, puede llegar a tener que ver con la intervención en políticas públicas por lo que el ecosistema combina elementos económicos, sociales, políticos y culturales. Estos son los tipos de organizaciones componen este entorno:
Incubadoras
Las incubadoras ayudan a que una idea o proyecto en etapa inicial pueda salir al mercado, a un ritmo natural. En concreto, comienza a colaborar con el proyecto desde su génesis, asesorando y formando para que la salida al mercado tenga buenos resultados y sea rentable a mediano y largo plazo.
Una vez que la idea o negocio ya fue lanzada, la incubadora deja su lugar a la aceleradora para que intervenga en su desarrollo, como ejemplos de incubadoras argentinas se pueden mencionar INICIA y Founders Latam.
Aceleradoras
Las aceleradoras tienen como objetivo principal que las empresas logren tasas elevadas de crecimiento en un tiempo corto. Esto permitirá asegurar la supervivencia de la misma, evitando el fracaso en los primeros años de vida.
Muchas se especializan en ciertos perfiles de proyecto según la industria o sector al que pertenezca. Algunas aceleradoras del país son NXTP Labs, Embarca, Glocal, Wayra, Incutex, GridX y Cites.
Instituciones educativas
Cumplen la función de ser promotores de nuevos proyectos o ayudar a los ya existentes. Los colegios o las universidades son espacios valiosos para transmitir la formación emprendedora y pueden ser una alternativa para talentos jóvenes que desean ser fundadores de su propia empresa o quieren involucrarse desde temprano.
Al mismo tiempo, existen instituciones con un nivel de educación más avanzado que ayudan a capacitar a emprendedores para que mejoren sus conocimientos y habilidades de liderazgo, finanzas, legales, etc.
En este grupo se pueden mencionar la Universidad de San Andrés (UdeSA), la Universidad Torcuato di Tella (UTDT) y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), por ejemplo.
Inversores y fondos de inversión
Suelen ser grupos privados, empresarios o instituciones que se interesan en proyectos innovadores o con capacidad de impactar en las comunidades a las que pertenecen.
Buscan sumar su capital para favorecer un crecimiento rápido y sostenible de la compañía y agregar valor desde su área de especialidad, normalmente a cambio de algún beneficio, como un porcentaje de las ganancias de la empresa.
Acá se pueden encontrar Kaszek, Jaguar Ventures, Mountain Nazca, Globant Ventures, Matterscale, Mountain Nazca, Alaya Capital, entre otros.
Emprendedores
Los protagonistas del ecosistema: hay más grandes y más pequeños y, de acuerdo a su tamaño, tendrán diversas posibilidades de impactar en el ecosistema y tienen un rol único cuando se pueden ayudar de forma mutua.
Los emprendedores más grandes son los que tienen más experiencia en hacer negocios y podrán asesorar a las nuevas generaciones acerca de las mejores prácticas para llevar adelante. De ahí la importancia de trabajar en red, de forma colaborativa y horizontal.
En muchos casos, los emprendedores de mayor tamaño adoptan el lugar de inversores de proyectos más pequeños. Personalidades como Martín Migoya, de Globant; Marcos Galperín, de Mercado Libre; Pierpaolo Barbieri, de Ualá; y Emiliano Kargieman, de Satellogic – sólo por mencionar algunos – hoy acompañan a muchos emprendedores que están en proceso de crecimiento.
Grandes corporaciones
Para los emprendedores estas empresas son una oportunidad para ofrecer sus soluciones y ayudar a agilizar los procesos de las corporaciones. A este proceso se lo conoce como Innovación Abierta (Open Innovation en inglés), el cual puede modernizar la economía y beneficiarse de nuevas ideas, conocimientos y puntos de vista que no eran parte de la corporación.
Este tipo de integración tiene múltiples beneficios y puede impactar en el actor que lo lleva adelante así como en el ecosistema que se nutre de los mismos, volviéndose un círculo virtuoso.
Adicionalmente, se reducen los costos y los tiempos de investigación, se comparten los riesgos y se incorpora innovación más rápido al mercado.
Para trabajar con estas iniciativas de forma exitosa, la IA debe ser parte de la cultura de la empresa para lograr ese cambio estructural definitivo y no un proyecto independiente con inicio y fin.
Algunas empresas que apuestan por los emprendedores son Swiss Medical Group, CCU, Raízen y Tenaris.
Organizaciones de apoyo emprendedor
Estos actores, en su mayoría, son organismos sin fines de lucro. Buscan favorecer el surgimiento de nuevas empresas en el país donde actúan, promover la creación de puestos de trabajo de calidad y ayudar al crecimiento de las empresas, como ejemplos se pueden mencionar Endeavor y ASEA.
Mentores
Los mentores guían a las nuevas generaciones de fundadores de empresas a desarrollar sus proyectos con éxito.
Generalmente son referentes o expertos en diferentes disciplinas que ya han trabajado a lo largo de su carrera con diferentes emprendedores y pueden compartir su opinión o conocimiento sobre una industria o un desafío puntual de negocio.
Algunos de los mentores de la red Endeavor que acompañan a los emprendedores en este proceso son Matías Woloski de Auth0, Patricio Jutard de MURAL y Newtopia, Pablo Sola de EY, Gustavo Fusoni de Bain & Company, Anita Figueiredo de Proteína Marketing y Daniel Rabinovich de Mercado Libre.
Gobierno
El gobierno se encarga de ofrecer políticas públicas para el surgimiento de pequeñas, medianas y grandes empresas. Debe poder identificar las necesidades que necesitan las compañías y propiciar un entorno que facilite su desarrollo y debe promover iniciativas que hagan que el ecosistema tenga interacciones de calidad dentro del ecosistema.
En esta línea, el gobierno puede acelerar el crecimiento del ecosistema emprendedor mediante incentivos fiscales y apoyo financiero directo, según explica una nota del sitio Endeavor.