El fundador de Tuenti, Zaryn Dentzel, denunció que fue secuestrado en su domicilio de Madrid, España, por una banda de delincuentes que lo torturó para robarle su fortuna en Bitcoin.

Según revelaron fuentes cercanas a la investigación, el empresario se encontraba en su domicilio cuando alrededor de las tres de la tarde sonó el timbre.

Al abrir la puerta, fue abordado por al menos cuatro encapuchados, quienes inmediatamente taparon las cámaras de seguridad con prendas de vestir para que no queden imágenes de la secuencia que se estaba por desatar.

Inmediatamente los delincuentes amordazaron a Dentzel, le rociaron con un spray en los ojos para enceguecerlo y lo torturaron durante las siguientes cuatro horas.

Además, la víctima sufrió diversos cortes en el pecho y hasta le aplicaron descargas eléctricas con una pistola.

Tuenti fue fundada en 2006 y llegó a contar con más usuarios que sus competidores en muchos países

El botín obtenido por los delincuentes

Los agentes acudieron a la casa del empresario por la llamada de un vecino que observó a un grupo de personas saliendo del inmueble, enmascarados y portando varias bolsas.

En el lugar, Zaryn Dentzel le informó a los policías que durante los golpes les confesó a sus atacantes el acceso a su cuenta de Bitcoin, en la que contó que tenía el equivalente a una fortuna de varios millones de euros.

Además, los malvivientes le robaron su computadora, el smartphone, la tablet y hasta un pendrive, donde tendría almacenados documentos de gran valor.

Este sería uno de los primeros casos registrados de un secuestro para extraer monedas virtuales.

Hasta aquí los robos eran virtuales

Antes del ataque a Dentzel, las denuncias por robos de criptomonedas tenían como escenario exclusivo el mundo virtual.

Por citar unos ejemplos, el caso OneCoin deslumbró a muchos cuando en octubre de 2017, después de que OneCoin acumulara alrededor de u$s15.000 millones, su fundadora desapareciera. El elemento interesante, pero sorprendente de esta estafa, que duró casi cinco años, es que el proyecto nunca tuvo un blockchain.

Esta estafa tuvo éxito porque, en ese momento, solo unas pocas personas sabían sobre criptomonedas y blockchain. Todo lo que la gente sabía era que las criptomonedas son un método para "hacerse rico rápidamente".

El fundador de Tuenti, Zaryn Dentzel, denunció que fue secuestrado en su domicilio de Madrid

Otro caso resonante fue PlusToken, que ofrecía pagos mensuales garantizados a los usuarios de su billetera de criptomonedas. En este caso, el equipo detrás de la firma logró en 2019 engañar a los inversores para que entregaran más de 180.000 BTC, 6.400.000 ETH, 111.000 USDT y más, por un valor de más de u$s4.000 millones.

La forma en que PlusToken logró el engaño a tantos inversores es muy similar a lo que realizado por Africrypt este año, gracias a un patrón mágico que ofrece retornos garantizados.

Si bien algunas empresas legítimas ofrecen dichos servicios, es fundamental tener en cuenta que sus devoluciones no son muy altas y que tienen un producto. Cuando no hay producto, los inversores se convierten en él.

Un tipo más moderno de estafa criptográfica son los obsequios falsos de Bitcoin y Dogecoin atribuidos a Elon Musk. Si bien estas estafas son bastante obvias, un porcentaje notable de inversores sigue siendo víctima de ellas.

Según un informe reciente, las estafas de obsequios falsos de Elon Musk cosecharon al menos u$s2 millones de inversores en criptomonedas.

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