¿Los robots quitarán el trabajo de los humanos en un futuro cada vez más cercano? Algunos expertos opinan que la digitalización creará tantos empleos como destruya mientras que otros consideran que el avance tecnológico destruirá millones de empleos en todo el mundo.
La digitalización, ¿creará o destruirá empleo?
En mayo pasado, la firma McKinsey publicó un informe en el que preveía que entre 75 y 375 millones de trabajadores en todo el mundo tendrán que cambiar de categoría laboral hacia el año 2030 debido a la digitalización, la inteligencia artificial y la automatización, lo que llevaría a recolocar al menos al 3% y el 14% de toda la mano de obra mundial en menos de una década.
No obstante, el estudio también considera que la automatización y las nuevas tecnologías también aumentarán la productividad y el crecimiento económico, además de crear puestos de trabajo que hasta ahora no existían, como sucedió con otros desarrollos tecnológicos en el pasado.
Por su parte los economistas Ziad Daoud y Scott Johnson tienen una visión más sombría del asunto según un informe que publicaron a fines de 2020.
En el mismo se calcula que hasta 800 millones de empleos en todo el mundo están en riesgo por el avance de la robotización de cara a 2030, especialmente en los países del Golfo Pérsico, República Checa, Eslovaquia o Japón, donde abundan los empleos reemplazables por la automatización.
Sin embargo algunos pronósticos son más positivos, como los de la consultora Cognizant, que prevé 21 millones de puestos nuevos a causa de la revolución tecnológica, o los investigadores del Instituto alemán para la Investigación en Empleo, Britta Mattes y Enzo Weber, que aseguran que ninguna profesión podrá automatizarse completamente y que el aumento de la productividad permitirá contratar más profesionales.
En cualquier caso, el debate ha calado en la sociedad y los trabajadores son cada vez más conscientes del profundo cambio que entrañará la transformación digital.
Los robots toman posiciones en fábricas y almacenes
Como ejemplo del avance de la automatización Nissan anunció que buscará implantar de forma gradual en todo el mundo el modelo de su fábrica inteligente de Togichi (Japón). En esta sede la mayor parte del trabajo se realiza a través de robots controlados por inteligencia artificial mientras unos pocos trabajadores se centran en tareas más complejas de supervisión o mantenimiento.
De esta manera los brazos mecánicos de la línea de montaje montan, ensamblan y pintan las piezas de 3 modelos diferentes, mientras que varias cámaras observan el proceso desde varios ángulos para detectar cualquier posible fallo, lo que les permite adaptarse a la escasez de mano de obra, la pandemia y la reducción de emisiones contaminantes, con la meta de que Nissan alcance en 2050 la huella de carbono cero.
De forma similar, Amazon también se está centrando en la automatización de sus centros logísticos y ya cuenta con 175 almacenes inteligentes, principalmente en EE.UU, en los que hay 10.000 robots autónomos por cada 1.000 trabajadores humanos. Estos centros automatizados buscan optimizar al máximo la logística y reducir los tiempos de proceso y entrega.
Además, Amazon y otras compañías como UPS, Ford, Domino's o Just Eat también han presentado ya prototipos de robots con los que están desarrollando pruebas piloto para automatizar el reparto de pedidos, mientras que las 3 principales compañías chinas de comercio electrónico, Alibaba, JD.com y Meituan, aumentan sus flotas de robots autónomos repartidores para contar con unos 2.000 en funcionamiento a lo largo de 2022.
No obstante, la empresa que marca la pauta en esta tendencia es Boston Dynamics, la cual obtuvo fama mundial con Spot, un perro robot que comenzó a comercializarse en 2020. Su último prototipo, denominado Stretch, se centra en carga y descarga para almacenes, dentro de la estrategia de esta compañía por desarrollar robots que ayuden a las grandes empresas en las tareas más complejas para los humanos.
Además del sector privado, los robots también pueden comenzar a implantarse en la esfera pública, como en el caso de los robots que la Inspección de Trabajo prevé implantar en España para detectar fraudes a la Seguridad Social en las empresas y automatizar las sanciones, una iniciativa rechazada por los funcionarios humanos y la propia patronal, que ha criticado que podría suponer un aluvión de multas.
Más allá de estos avances, el futuro no necesariamente será un camino de rosas para los nuevos trabajadores robotizados, dado que ya se han registrado casos de despidos, como el caso del robot Pepper de Softbank, y algunos líderes como Bill Gates llevan años defendiendo que las empresas que implanten robots paguen impuestos, siempre que su uso sustituya un puesto de trabajo humano, según detalló un artículo del sitio Business Insider.