Por sus condiciones de dificultosa trazabilidad, anonimato y poder ocultar fuente, monto y destino de los fondos transferidos, las billeteras virtuales de criptomonedas se han convertido en uno de los medios más utilizados por los ciberdelincuentes para manejar sus fondos.
La falta de regulación en muchos países también forma parte de este cocktail que tanto le gusta a los criminales
"Las criptomonedas desde su origen surgen bajo diseño arquitectural para no ser reguladas. Se trata de un mercado peer to peer (de persona a persona), totalmente irregular, y el anonimato da la posibilidad que sea usado por los cibercriminales", advirtió el especialista Bernabé Crena a Noticias Argentinas.
"Es muy difícil saber quién está detrás de los depósitos y de cada monedero virtual, sobre todo en el caso de las primeras criptomonedas que salieron al mercado. A diferencia de las cuentas bancarias, es limitada la posibilidad de seguimiento por parte de los estados y agentes de fiscalización, esto es, saber quién recibe el dinero, quién realiza la inversión o de dónde provienen los activos", aseguró el especialista.
La moneda digital facilita los pagos anónimos, permite circulación y movimiento de divisas sin fiscalización. Por estos motivos, los cibercriminales acceden a recursos de manera anónima y, una vez recibido el dinero, pueden hacerlo efectivo o trabajarlo, moverlo con total impunidad impidiendo una trazabilidad.
"Una vez que uno va con una moneda de curso legal y compra criptomonedas, la transacción deja de estar vigilada por los estados", detalló Crena.
¿Y si se bloquean las transacciones por blockchain?: "prohibir aquellas que -supongan- vienen de la blockchain, pero se trata de una maniobra peligrosa ya que no existe un mecanismo técnico que permita determinar si efectivamente se trata de una acción vinculada a las criptomonedas o no; podría tratarse de un falso positivo, y esto demandaría un esfuerzo técnico enorme, con nulos resultados", advirtió el experto.
"Además -dijo-, sería una violación absoluta a la neutralidad de la red, para eso tendrían que cambiarse muchísimas leyes de la mayoría de los países, incluida la Argentina".