La criptomoneda Bitcoin (BTC) alcanzó la semana pasada su cotización más alta de la historia al superar los u$s66.000 por unidad, cifra que generó también un nuevo récord en volúmenes de operaciones.
Es que ante estos números, muchos usuarios decidieron invertir en BTC mientras que otro porcentaje, que ingresó a la cripto más famosa de todas cuando se encontraba en valores más bajos, como ocurrió con el economismo Martín Tetaz, desarmó posiciones para tomar ganancia.
Así, en apenas una semana se movieron 700 mil millones de dólares en operaciones con Bitcoin, según reveló el último informe de la firma de análisis cripto IntoTheBlock.
Los u$s700 mil millones superaron por siete la cifra registrada en abril pasado, cuando BTC llegó a la órbita de u$s64.000, su anterior máximo histórico (ATH).
Según explicaron desde IntoTheBlock, la mayoría de las operaciones fueron de un capital superior a los u$s100.000, lo que muestra que varias "ballenas" se han movido en los últimos días.
Además, un rápido análisis de mercado revela que antes del pico de abril, el interés a corto plazo había tenido un aumento masivo de parte de los inversores minoristas, pero en este último salto, han tenido un perfil más bajo.
Los analistas advirtieron que los próximos días pueden estar cargados de volatilidad tanto para BTC como para las altcoins más importantes del mercado, pero este ATH parece tener características menos especulativas que los anteriores.
Con la nueva avanzada de la criptomoneda líder, el mundo inversor hace lugar a otros nuevos interrogantes: ¿es momento de vender para recomprar cuando baje? ¿hay que dejar todo como está? ¿o es tiempo de aumentar la posición?
Los expertos no lo dudan. Quienes deseen apostar a las criptomonedas a largo plazo, cualquier momento de comprar es bueno ya que, aseguran, el precio seguirá en aumento en los próximos años. Las dudas quedan circunscriptas a quienes buscan horizontes cortos de rentabilidad.
Más allá de que comprar es la estrategia ideal a largo plazo, en el corto es posible ir hacia una moneda estable que cotice a la par del dólar (como DAI, USDT y USDC, entre otras), con el objeto de ponerlas a rendir y esperar a que Bitcoin baje para, con esos fondos, adquirir luego más unidades de la criptodivisa líder.
En este caso, entran en juego las finanzas descentralizadas o DeFi, que consisten en instrumentos 100% automatizados, basados en un contrato inteligente (software) que se encarga de recibir, invertir y distribuir fondos sin una entidad o empresa que oficie de intermediaria. Si bien esta estrategia se puede implementar en cualquier momento, la pregunta del millón es si el ideal es ahora.