Desde hace unos días, rige el congelamiento dispuesto por el Gobierno para frenar el avance de los precios. Como era de esperar, la iniciativa tendiente a mantener sin cambios los valores de 1.432 productos durante 90 días no fue bien recibida por la Cámara de Comercio y buena parte de los empresarios.
El economista Martín Kalos asegura a iProUP que "medidas de este tipo siempre tienen impacto de corto plazo y por tiempo limitado". Y que es apenas "un paliativo ante una situación de crisis económica generalizada, con salarios que perdieron mucho frente a los precios y quedaron muy atrasados".
Kalos calcula que, "dependiendo de cada sector, los sueldos perdieron entre 25% y 33% de poder de compra en los últimos cinco años". "Intentar contener los precios de alimentos e insumos esenciales es un parche para ayudar a que los empleados puedan llegar un poco mejor a fin de mes", remarca.
Qué pasa con el e-commerce
Para Kalos, "en cada medida de congelamiento hay que entender cómo se hace y con quién se hace". Es que no todos los comercios están alcanzados por la iniciativa, sino fundamentalmente los supermercados.
Damián Di Pace, director de Focus Market, afirma a iProUP que "el impacto es muy focalizado, básicamente porque aborda sólo el 30% de la comercialización. Los hipermercados representan esa porción del total de facturación e, incluso, en cuanto al volumen de compra de los argentinos. Es decir, el Gobierno lanza una iniciativa que ataca solo a un canal".
Para Martín Kalos, se trata de una medida de corto plazo para moderar la pérdida de poder de compra
Según pudo conocer este medio, Mercado Libre aún analiza el impacto de la medida en "Supermercado libre", su unidad de negocios de alimentos no perecederos, bebidas, higiene personal y limpieza que lanzó en abril de 2020 para aprovechar el boom del e-commerce.
Desde el unicornio afirman a iProUP que "quiénes definirán el valor de los precios son los vendedores de cada producto". Esta decisión es clave, ya que se está convirtiendo en el "minorista" más importante de Argentina.
"Quienes definen los precios de los productos son los vendedores. Aquellos que comercialicen algún artículo alcanzado por esta resolución decide si se adecúa o no. Cada uno debe hacerse responsable de la decisión que toma", explicaron desde Mercado Libre, sin hacer alusión a la mercadería que vende por cuenta propia.
Sandra González, presidenta de la organización de consumidores Adecua, asegura a iProUP que el pedido oficial debería "correr para Supermercado Libre" sin ningún tipo de problemas.
A modo de ejemplo, señala: "Si compro en Coto online, también debería cumplirse. Pero de ahí a que pase, ése es otro tema". En este marco, se desprende un dilema para la plataforma de Marcos Galperin que puede minar aún más el precario acuerdo que intenta sostener el Gobierno hasta enero:
- Si no se adhiere, los otros supermercados online y plataformas de ecommerce podrían resistirse a sumarse, al entender que existe competencia desleal
- Si lo hace, muchos vendedores quedarán en desventaja respecto a varios de los mayoristas (como Diarco o Masivos) que venden en la plataforma
Para Kalos, como lo está planteando el subsecretario Roberto Feletti, si no se logra la "adhesión suficiente a este acuerdo voluntario, el Gobierno puede aplicar leyes para fijar algunos precios" y sería de cumplimiento para todas las compañías.
Según el decreto, son cerca de 60 los fabricantes alcanzados, de modo tal que "deberían dejar el precio afectado en todos sus canales", señala Kalos, incluyendo las góndolas del unicornio.
A priori, Mercado Libre debe plasmar estos precios en la sección Supermercado. O bien los vendedores que sí firmaron el acuerdo y comercializan alimentos en la plataforma.
"Otros canales de distribución que no hayan sido incluidos no tienen por qué cumplir, más allá de que deban enfrentar la competencia de supermercados, que se supone que tienen un alcance masivo", señala Kalos.
Según Damián Di Pace, el canal de supermercados sólo alcanza al 30% del bolsillo de los argentinos
Di Pace sostiene que, ante los programas de precios de la Ley de Góndolas, las plataformas de los super que forman parte de esta acción deberían estar incluidas porque, en definitiva, "quienes quieran adquirir el producto, lo pueden hacer online".
"Obviamente, esto contempla un costo de envío al hogar. Pero este programa tiene que estar exhibido también en forma online ", agrega. Desde 2016 los supermercados son parte del Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA), plataforma informática por la cual deben informar a la Secretaría de Comercio los importes a los que se venden los productos en cada sucursal.
Estos datos centralizados por la cartera que dirige Feletti se transmiten a través de lo que se llama Interfaz de Progración de Aplicaciones (API), una suerte de conector que le permite a los desarrolladores "levantar" esa data y crear sitios web o apps para comprar precios, como Precios Claros (perteneciente al Gobierno), DondeCompro o Comprando, por citar algunos ejemplos.
El fantasma del desabastecimiento
Para González, de Adecua, "este tipo de medidas ya las venimos viendo hace rato, no es nada nuevo, pero el problema de fondo es la inflación, que no la vamos a solucionar con 1.500 artículos".
"Con este tipo de iniciativas siempre termina habiendo varios productos iguales de seis marcas distintas. Pero en un supermercado hay entre 15.000 y 20.000", resalta la directiva, y remarca que "no todo el mundo" va a estos comercios.
En este último punto coincide Di Pace y agrega que "hay un bolsillo paralelo, que no se encuentra en esos canales, y la efectividad de la medida siempre tiende a ser muy, pero muy acotada. Se puede llegar a ajustar durante un período, pero luego también se ajusta por importe y cantidad y eso termina también sucediendo tarde o temprano".
Los supermercados deberían cumplir los precios en todos los canales: presencial y online
De este modo el analista, remarca que los fabricantes podrían acordar el valor de un artículo con el Gobierno, del cual terminarán dedicándole sólo una parte de su producción, mientras que probablemente lancen otra presentación con distinto pesaje a un precio más acorde a la evolución de la inflación y con mayor abastecimiento en los diferentes comercios.
Con esto en mente, algunos intendentes salieron a controlar precios en algunos locales e, incluso, se labraron actas por infracciones. El titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, carga contra el Gobierno y advierte que "la medida puede fundir a las empresas".
Grinman enfatiza que "en un gobierno democrático no se puede obligar a nadie a producir a pérdida. Teniendo en cuenta nuestra historia, seguramente habrá desabastecimiento". Y añade que también le parece preocupante que se sigan aplicando medidas que no funcionan".
González asegura que "hay un gran desmadre de precios: algunos varían 40% en una cuadra de diferencia. Es un sálvese quién pueda: la gente está golpeada, endeudada, y financia la comida con las tarjetas de crédito".
Probablemente, lo mismo ocurrirá con los sitios de ecommerce. Visitar las webs de cada vendedor online y las apps para comparar serán la reedición 4.0 del "camine, señora, camine" que hizo popular la recordada presidenta de la Liga de Amas de Casa, Lita de Lazzari. Así, el bolsillo de los argentinos pende de un clic.