FacePhi, una compañía de soluciones biométricas de reconocimiento facial, periocular y de voz para la verificación de identidad, acaba de cerrar un acuerdo con la entidad financiera argentina Efectivo Sí para integrar en su plataforma web de préstamos un sistema de onboarding digital.
La solución de la tecnológica española permitirá a los usuarios solicitar un préstamo desde cualquier lugar tras validar su identidad con un selfie y una fotografía a su documento de identidad.
En menos de cinco segundos, el sistema biométrico de FacePhi verificará la identidad, se logrará el alta del préstamo al cliente o potencial cliente, y se reforzará la ciberseguridad con la garantía de que no existan fraudes ni usurpaciones de identidad.
"La biometría está teniendo un desarrollo exponencial y es un salto cuántico con relación a la validación de identidad. Hoy, vemos este tipo de soluciones en los bancos, en la salud y cada día más en las billeteras digitales, pero es tan sólo el principio de un nuevo mundo, donde la clave es uno mismo, con tu cara, tu huella, tu voz, tu iris y hasta tu patrón de venas", explicó Jorge Larravide, gerente de marketing y nuevos negocios de Credencial.
La biometría es una tecnología clave para la reducción y eliminación de fraudes, que como indica el Informe de Tendencias en Medios de Pago 2020 de Minsait, el 68% de los encuestados de la industria de medios de pago sostiene que el principal desafío para la industria es lo referido a Fraude y Seguridad.
Las ventajas de los sistemas de reconocimiento biométricos son tanto para los usuarios finales como para las compañías.
Para los usuarios es muy importante tanto por la comodidad como la facilidad de estos sistemas que no exigen memorizar incontables pasos y claves y permiten mayor cantidad de trámites online que antes de la biometría solo eran presenciales, como por ejemplo la apertura de una cuenta bancaria que hoy se hace con una app.
Para las compañías, fintech, bancos, retailers es fundamental porque eliminan los riesgos de fraude y además evitan pérdidas económicas considerables relacionadas con la imposibilidad de repudio de las operaciones ya que se garantiza que quien realiza la operación es realmente el usuario y luego no podría desconocer que realizó esa transacción.