Creador de Ethereum, Vitalik Buterin acaba de ser incluido en la revista Time como una de las personas más influyentes del año.
Buterin aparece en la lista de innovadores de Time de este 2021 al lado de CEO de Nvidia, Jensen Huang, el CEO de Tesla y el proponente de Dogecoin (DOGE), Elon Musk, y otros.
En su perfil sobre el cofundador de Ethereum, el cofundador de Reddit, Alexis Ohanian, citó el papel de Buterin en la construcción de la red Ethereum con una capitalización de mercado de más de USD 400 mil millones y alentó el desarrollo de aplicaciones descentralizadas y tokens no fungibles, o NFT.
La historia de Vitalik Buterin es la de un niño genio. De esos que son conscientes de su conocimiento, pero quizás no del impacto de sus invenciones.
Origen familiar
La pasión familiar por la tecnología y las finanzas fue iniciada por su padre, Dimitry, a pesar de que nació y creció en un ambiente y época poco amigables para los negocios: Chechenia, uno de los países que conformaban la entonces Unión Soviética.
Así, Dimitry no tuvo dudas y a los 17 emigró a Rusia para estudiar en el MIET, que hoy es el Instituto de Ingeniería y Matemáticas de Moscú y, en ese entonces, uno de los centros de investigación en tecnología más importantes del bloque comunista.
En la ciudad de los zares, se casó con Natalia Ameline y tuvieron dos hijas y un varón. Vitalik, nacido en 1994, estaba signado a seguir las pasiones de su padre. En 1996, la familia emigraría a Canadá sin saber que ese pequeño iba a revolucionar las finanzas globales.
Vitalik dominó la computación casi al mismo tiempo que aprendió a hablar. Desde muy niño, dejó bien en claro que su futuro estaba en la tecnología y las finanzas: dominó las planillas de Excel antes de que sus compañeros de escuela aprendieran a usar el Word.
La educación que recibía, pese a que era de las mejores de Toronto, le quedó chica. Se retrajo y no estableció vínculos con sus compañeros. Era el "bicho raro", que siempre estaba sin compañía, trabajando en consolidar sus conocimientos.
"El nivel de profundidad del material que me daban me obligó a aprender y enfocarme en el aprendizaje como objetivo primordial. Nunca me inspiró demasiado el sistema de educación tradicional", dijo.
Autodidacta
Esa poca vida social lo llevó a relacionarse de manera online con profesores de todo el planeta. Su nueva pasión iba a llegar a los 15 años, y nuevamente de su padre, emprendedor serial que había comenzado a explorar Bitcoin luego de trabajar en bancos y desarrollar startups financieras.
Desde entonces, se dedicó a aprender todo lo que podía sobre la moneda digital y la tecnología blockchain. Fue amor a primera vista, si bien la compraventa de monedas no estaba tan extendida como ahora y no podía hacerse de divisas.
Entonces, no dudó en comenzar a escribir notas para un blog en el que le pagaban 1 bitcoin, cuando sólo costaba cuatro dólares. No le importó, no quería hacer trading, sino conocer más sobre su funcionamiento. El sitio se cerró al poco tiempo, era hora de buscar la próxima aventura.
El destino escuchó su reclamo: el rumano Mihai Alisie le ofreció ser cofundador de la revista digital Bitcoin Magazine, que en menos de un año tuvo su versión impresa y se convirtió en la primera publicación seria sobre divisas virtuales. Vitalik fue su redactor principal, pero dos años más tarde iba a crear el proyecto de su vida.
En 2013, con apenas 17 años, Vitalik publicó el "White paper" que dio origen a Ethereum, una red descentralizada que no ofrece solo una moneda (ether) sino una plataforma de programación.
"Mientras la mayoría de las tecnologías automatizan a los trabajadores, blockchain automatiza el centro. En lugar de dejar sin trabajo al taxista, deja a Uber fuera de juego y le permite al taxista trabajar directamente con el consumidor", argumenta.
Ese año recibió u$s100.000 de la fundación de Peter Thiel, cofundador de PayPal junto con Elon Musk y uno de los primeros inversores de Facebook. Vitalik fue a la Universidad of Waterloo, pero la dejó al otro año: se dedicó full time a Ethereum. No le hacía falta el título.