Al terminar julio, Yield Guild Games (YGG), una startup de videojuegos y criptomonedas ganó u$s12 millones en 31 segundos solo por vender sus criptomonedas.
Se suponía que era una oportunidad para que numerosos inversores compraran sus tokens, pero fueron pocos los que lo lograron porque se agotaron velozmente. El servidor de Discord de YGG se inundó de quejas de gente enojada porque la subasta terminó en un instante.
YGG decidió realizar una reunión de emergencia con todo su equipo de forma virtual. "Nos alegramos mucho de que se agotaran", resaltó Gabby Dizon, una de sus cofundadoras.
Sin embargo, reconoció que el enojo de los usuarios que no pudieron comprar impactó en la moral de los trabajadores. Tras publicar un mensaje en redes para disculparse, el equipo de YGG finalmente celebró el logro.
Demanda asombrosa
La plataforma de videojuegos fue lanzada en diciembre y ya había obtenido casi u$s4,7 millones de una ronda liderada por la afamada firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz antes de la venta de los tokens. Y la subasta fue una prueba de que tenían una gigantesca comunidad de seguidores detrás.
Logo de Yield Guild Games
Dizon describe a YGG como un "Uber para activos digitales". YGG presta tokens no fungibles (NFT) a miembros de su comunidad (llamados "académicos") de todo el mundo.
Con estos activos, los jugadores pueden participar de videojuegos como Axie Infinity donde usan los personajes en NFT en peleas al estilo Pokémon. En caso de ganar una de estas batallas, obtienen tokens que luego pueden ser canjeados por dinero.
Durante un año de confinamientos y despidos masivos, miles de personas en Filipinas jugaron estos juegos para ganarse la vida. "Mucha gente durante la pandemia se ha salvado por estos juegos NFT", afirmó Dizon.
Se disparó el costo de los activos digitales
Sin embargo, a medida que la popularidad de estos juegos se disparaba, también lo hacía el costo de los NFT necesarios para jugar. Según Alexei Udall, director de asociaciones de YGG, cuando jugó por primera vez a "Axie Infinity" el precio inicial de los NFT era de unos u$s40 por unidad, hoy cuestan unos u$s200 por unidad.
Dizon y el resto de cofundadores de YGG, Beryl Li y Owl, comenzaron a prestar NFT a personas de su entorno. Después ellas devuelven una parte de sus ganancias a la comunidad de YGG, un modelo que funciona: YGG ya posee 4.700 "académicos" en todo el mundo. La idea es llegar a 15.000 a fin de año y extenderse a otros países.
Juegos que usan NFT
Udall escuchó historias de académicos que pudieron mudarse de edificios de viviendas a chalets o pagar los medicamentos que antes no conseguían financiar. Una de sus historias favoritas es la de una mujer que pudo permitirse tener a su bebé en un hospital en lugar de en casa gracias al juego.
Para Arianna Simpson, socia general de Andreessen Horowitz (a16Z), los juegos de criptomonedas son una pieza crucial del "metaverso", un término de moda que hace referencia a un mundo virtual compartido.
"Podrías ser un jugador, un herrero virtual y un creador de avatares, un diseñador de moda, un diseñador de niveles, un arquitecto, etc., aportando tus habilidades en diferentes juegos y mundos virtuales", resaltó Dizon.
"Están creando oportunidades económicas increíbles que simplemente no existían para la gente", apuntó Simpson, y agregó que "lo que han permitido Gabby y YGG es básicamente que la gente tenga nuevas formas de trabajo", según informó un artículo de Business Insider