Duolingo, una de las aplicaciones para aprender idiomas más usadas del mundo, logró una asombrosa valoración de u$s6.500 millones al debutar en Nasdaq. Las acciones lograron abrir 39% por encima de su precio de oferta, lo que subraya el gran apetito por nuevas empresas de tecnología educativa.
Apertura exitosa
Las acciones de la compañía abrieron a u$s141,4 por acción, y superaron el precio de oferta pública inicial (OPI) de u$s102 por acción, que estaba por encima del límite superior de su rango objetivo.
Duolingo sale a bolsa en un contexto de euforia alrededor de las empresas de aprendizaje electrónico, beneficiadas por el encierro que impuso la pandemia.
"Gracias a nuestro equipo y a toda la comunidad de Duolingo. Es un hito importante que nos ayudará a promover nuestra misión de hacer que la educación de calidad esté disponible universalmente. ¡Recién estamos comenzando!", resaltó el guatemalteco Luis von Ahn, uno de sus fundadores.
La plataforma de educación en línea Coursera Inc, que comenzó a cotizar en marzo, subió 15% con respecto a su precio de oferta pública inicial al cierre del martes.
Duolingo recaudó casi u$s521 millones al vender alrededor de 5,1 millones de acciones. Casi 1,4 millones de esos títulos fueron vendidos por accionistas y esas ganancias no irían a la empresa.
Al inicio de esta semana, la empresa levantó de u$s95 a u$s100 dólares el rango de precio objetivo por acción. La primera idea era vender las acciones a un precio que rondaba entre u$s85 y u$s95 por cada papel.
Un éxito total
Hasta la actualidad la aplicación ha logrado obtener más de 500 millones de descargas. Esto hizo que la app sea la que más recauda en la categoría de educación tanto en Google Play como en la App Store de Apple.
Duolingo ofrece cursos en 40 idiomas a unos 40 millones de usuarios activos mensuales. Hay más personas que aprenden ciertos idiomas, como irlandés y hawaiano, en la plataforma de la compañía que hablantes nativos de esos idiomas en todo el mundo, destacó la empresa.
La compañía fue fundada en 2011 por el guatemalteco Luis von Ahn y el suizo Severin Hacker, quienes se conocieron en la Universidad Carnegie Mellon cuando von Ahn era profesor de informática y Hacker su estudiante de doctorado, según detalló el sitio Ambito.