Las criptomonedas están atravesando una nueva jornada negra. Bitcoin, la más famosa de todas, acumula una caída promedio del 6%, tropezón que llevó a su cotización por debajo de los u$s 32.500.
El resto del "Top Ten" también está en rojo, con Ethereum (ETH), Degocoin (DOGE), Polkadot (DOT) y Uniswap (UNI) con pérdidas que rondan el 10%.
La única "altcoin" que logró mantener sus números en verde (sin tener en cuenta a las monedas estables) es Unus Sed Leo (LEO) con un aumento promedio del 2.5% y que ubica su valor en u$s 2.80.
Qué hay detrás de la caída
Tras cerrar junio a un precio inferior al que lo inició (tendencia que ocurre por tercer mes consecutivo), BTC recibió dos duros golpes.
El primero vino desde China y su ataque contra las mineras y las empresas que brindan servicio de software y soporte en general a la actividad, del cual pudo recuperarse.
Pero en las últimas horas fue blanco de ataque de la FED, que publicó un duro documento para el mundo cripto y que fortalece al dólar.
Es que el organismo confirmó la reducción de sus compras de activos y los economistas encuestados por 'Reuters' esperan que la Fed anuncie una estrategia para el 'tapering' en agosto o septiembre.
Otra cripto que está bajo la lupa de los expertos es USDT que es objeto de preocupación para algunos economistas, entre los que se encuentra uno de los más importantes directivos de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Es que si bien su vínculo con el billete verde lo hace más atractivo para los bancos, que buscan evitar altos niveles de riesgo inherentes al criptomercado, entre los especialistas comienza a ganar fuerzas la sospecha de que la entidad emisora del USDT carece de reservas suficientes en dólares que respalden.
Cabe destacar que en mayo, Tether reveló que solo el 2,9 % de sus reservas se mantiene en efectivo, mientras que el 50 % está representado por papeles comerciales, una forma de deuda no asegurada a corto plazo.
De esta manera, la firma se encuentra en el 'top' 10 de tenedores de papeles comerciales del mundo, según JP Morgan, y varios de sus analistas han advertido que una repentina pérdida de confianza en la moneda estable podría conllevar un "impacto severo y amplio en la liquidez del criptomercado".