La preferencia por trabajar con flexibilidad desde casa es casi universal, según una encuesta de Boston Consulting Group (BCG) y The Network, realizada a 209.000 personas en 190 países.
La expectativa por parte de los empleados de que se les permitirá trabajar de forma remota con más frecuencia será uno de los legados de la pandemia, según un nuevo estudio de Boston Consulting Group (BCG) y The Network.
El 89% de las personas dijo que su preferencia en el futuro será por un empleo que les permita trabajar desde casa al menos ocasionalmente.
El estudio, titulado "Decoding Global Ways of Working", es el segundo de una serie de publicaciones sobre el impacto de la pandemia en las preferencias y expectativas de los trabajadores y refleja las opiniones de 209.000 participantes en 190 países.
Según el reporte, la mayoría de la gente prefiere un modelo híbrido, con dos o tres días a la semana desde casa y el resto en la oficina
"La fuerte irrupción del COVID-19 obligó a gran parte de las organizaciones a adoptar el teletrabajo prácticamente de un día para otro", explicó Cristián Carafí, managing director y partner de BCG.
"Un año después los trabajadores y gerentes han comprobado que es posible desarrollar un modelo de trabajo flexible. Es el momento de que las empresas analicen lo aprendido y den respuesta a las expectativas de los empleados que seguirán después de que termine la pandemia", añadió.
Según el reporte, la mayoría de la gente prefiere un modelo híbrido, con dos o tres días a la semana desde casa y el resto en la oficina. Este deseo de mayor flexibilidad de forma permanente no sólo es apuntado por personas con trabajos digitales, de conocimiento o de oficina (muchos de los que ya están en forma remota), sino también por aquellos participantes que tienen empleos que requieren el manejo de bienes físicos o contacto con clientes. Éstos expresaron que también les gustaría tener opciones que les permitieran trabajar remotamente al menos ocasionalmente.
De hecho, es la flexibilidad lo que le interesa a la mayoría de las personas, no un giro de 180 grados en el modelo tradicional que haría que todos trabajen desde casa todo el tiempo y nunca vayan a un lugar de trabajo físico. No obstane, uno de cada cuatro, cambiaría a un modelo completamente remoto si pudiera.
El entusiasmo por el trabajo completamente a distancia es particularmente bajo en los países desarrollados. Totalmente remoto es la preferencia de solo el 7% de las personas en Dinamarca y el 8% de las personas en Suiza y Francia, por ejemplo.
Hay más apetito por el trabajo completamente a distancia en los países en desarrollo. Por ejemplo, más del 40% de las personas en Filipinas y partes de África dicen que estarían dispuestas a trabajar desde casa de forma permanente.
Estados Unidos y China quedan fuera del patrón de actitudes de los países desarrollados y en desarrollo. El 35% de los estadounidenses dicen que estarían felices de hacer su trabajo al 100% desde casa.
Esta proporción relativamente alta (EE.UU. es el único país desarrollado que se encuentra entre los diez primeros por interés en el trabajo completamente remoto) puede reflejar la diferencia en el costo de vida entre las grandes ciudades de EE.UU. y los lugares donde la gente elegiría vivir si no lo hiciera.
Por el contrario, solo el 8% de los trabajadores chinos señala que estaría dispuesto a trabajar desde casa a tiempo completo, lo que los coloca al final de preferencias de trabajo completamente remoto, en el puesto 43 de 45 países.
Beneficios a corto plazo
Además del lugar de trabajo y las prácticas laborales, la encuesta también identificó algunos cambios en lo que las personas valoran en el trabajo. En el último estudio de BCG y The Network sobre talento global (en 2018) los encuestados dijeron que esperaban que sus trabajos les proporcionaran una combinación de beneficios a corto y largo plazo.
A corto plazo destacan en 2020 las buenas relaciones con los colegas y gerentes, así como un buen equilibrio entre la vida personal y laboral, al igual que ocurrió en 2018. En cambio, los beneficios a largo plazo, como el desarrollo y la formación profesional, desaparecieron en esta edición.
"Sería sorprendente que las prioridades no cambiaran, dada la crisis económica y existencial que todos hemos experimentado", remarcó Ana López Gobernado, directora de operaciones internacionales de The Network y una de las autoras del informe.
"Durante una pandemia, la gente está feliz de tener un trabajo y unos ingresos estables. Al mismo tiempo, las relaciones y una vida equilibrada siguen siendo importantes. Los empleadores deben asegurarse de que estas necesidades se satisfagan incluso en entornos de trabajo virtuales", añadió.
El entusiasmo por el trabajo completamente a distancia es particularmente bajo en los países desarrollados.
Diversidad y medio ambiente
Aproximadamente siete de cada diez encuestados dijeron que la diversidad y el clima se convirtieron en temas más importantes para ellos en el último año.
Cuanto más joven es la muestra, mayor es la probabilidad de que estas problemáticas cobren más importancia. Además, la mitad de las personas encuestadas señalaron que no aceptarían una oferta de trabajo de un empleador cuyas políticas en estas áreas no coincidan con sus creencias personales.
Por último, el informe hace recomendaciones sobre cómo las empresas pueden adaptarse a las expectativas de los empleados sobre el teletrabajo a largo plazo, entre ellas, nuevos modelos de liderazgo y estrategias diseñadas para los trabajos individuales.
Los datos recopilados para "Decoding Global Ways of Working" brindan información sobre las preferencias de los trabajadores por género, edad, nivel educativo, nivel de habilidad digital y posición en la jerarquía laboral.
Estos datos también servirán para un tercer reporte que BCG y The Network publicarán en las próximas semanas como parte de su última investigación sobre talento global, que se centrará en el impacto de la pandemia en los planes y perspectivas profesionales de las personas
Fuente: mercado.com.ar