La nueva Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por el partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele, aprobó la Ley Bitcoin. El texto convierte al país centroamericano, uno de los más pobres de América, en el primero en el mundo que adopta la criptomoneda como moneda de curso legal.
La criptomoneda se podrá usar "en cualquier transacción y cualquier título que las personas naturales o jurídicas públicas o privadas requerían realizar", reza la nueva ley salvadoreña.
Ante la estrepitosa noticia, muchos actores del rubro y del mundo financiero salieron a opinar sobre el hecho. Uno de los tantos fue ni más ni menos que Gerry Rice, portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), y deslizó aseguró que la adopción del Bitcoin como divisa de curso legal en El Salvador puede conllevar una serie de riesgos y desafíos regulatorios.
Citado por Bloomberg, el funcionario listó una "cantidad de asuntos macroeconómicos, financieros y legales que requieren de un análisis muy ponderado", por lo que el ente se encuentra "siguiendo de cerca el desarrollo de los acontecimientos" y "continuará sus consultas con las autoridades".
En base a lo anterior, se conoció que un equipo del FMI mantiene reuniones virtuales con representantes salvadoreños por estos días.
La norma, impulsada por el presidente Bukele, entrará en vigor 90 días después de su publicación en el Diario Oficial. El Banco Central de Reserva y la Superintendencia del Sistema Financiero emitirán la normativa correspondiente en ese período, según la ley.
La medida causó la caída del 'ranking' de los bonos nacionales, haciendo subir 71 puntos básicos, hasta el 7,8%, el rendimiento de bonos con vencimiento en 2025.
De hecho, los bonos de El Salvador se desempeñaron como el peor actor financiero en los mercados emergentes esta semana, según Bloomberg.
Una ley para la inclusión financiera
"La ley Bitcoin es ambiciosa, pero sencilla, además está bien estructurada para que tenga riesgo 0 para quienes no quieran asumir riesgos. El gobierno garantizará la convertibilidad al valor exacto en dólares al momento de la transacción", indicó Bukele en su cuenta de Twitter mientras se tramitaba la normativa.
El mandatario agregó que la norma traerá inclusión financiera, inversión, turismo, innovación y desarrollo económico. "Que nadie nos diga que somos muy pequeños para ser grandes", resaltó.
El tipo de cambio entre el bitcoin y el dólar será establecido libremente por el mercado y todo precio "podrá ser expresado en bitcoin", reza la flamante ley, que obliga a todo agente económico a "aceptar bitcoin como forma de pago". Quedan excluidos quienes por hecho notorio y de manera evidente "no tenga acceso a la tecnología" que permite ejecutar las transacciones.
El Estado promoverá la capacitación y mecanismos necesarios para que la población pueda acceder a transacciones en bitcoin, añadió el texto. Para fines contables se utilizará el dólar como moneda de referencia.
De acuerdo con la nueva legislación, el Estado salvadoreño garantizará a través de la creación de un fideicomiso en el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) la convertibilidad automática e instantánea del bitcoin a dólar.
El profesor de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Carlos Carcach remarcó a la agencia The Associated Press que "no es necesario, ni conveniente, darle carácter de moneda en curso legal a algo como el bitcoin. Ya algunos salvadoreños lo usan como moneda de pago al igual que otras opciones".
Al igual que cualquier moneda, señaló, su papel es facilitar las transacciones, la compraventa de servicios y que "mientras haya alguien que acepte el pago con bitcoin, al igual que acepta dólares, no habría problemas".
Para Carcach, el problema es invertir en el bitcoin, porque "se está sujeto a la volatilidad externa que presenta y se corre el riesgo de convertirse en alguien rico y al día siguiente ser pobre".
Al conocer el proyecto de ley en la Comisión Financiera, el diputado Rodrigo Ávila, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), criticó que no se hubiera discutido suficientemente y escuchado a expertos economistas y en cibercrimen. Cuestionó que sea obligatorio, aunque los diputados lo negaron, ya que aseguraron hay excepciones.
El 30 de noviembre de 2000, sin ninguna discusión en lo que se conoció como "el madrugón", la Asamblea Legislativa controlada por el partido Arena aprobó la Ley de Integración Monetaria, dolarizando la economía de El Salvador.
El país recibe al año unos u$s7.000 millones en remesas de los salvadoreños que viven en el exterior, que equivalen a cerca del 16% del Producto Interno Bruto. Se estima que en Estados Unidos viven 2,5 millones de salvadoreños.