Sin duda, en el 2021, uno de los grandes estrenos bursátiles del año fue el que protagonizó Coinbase. La plataforma de criptoactivos debutó en el Nasdaq en abril con un listing, la modalidad de salida a bolsa en la que la compañía no pone en circulación nuevos títulos y los accionistas no venden su participación.
La plataforma debutó en su primera jornada en la bolsa a u$s381 por acción, lo que supuso una capitalización de unos u$s76.000 millones. Asimismo, en la actualidad, su cotización gira en el entorno de los u$s240 por título.
Entre los logros de
Coinbase estuvo aliarse con compañías como Dell o Expedia para que aceptaran pagos con esta criptomoneda
Coinbase fue fundada por Brian Armstrong y Fred Ehrsam en 2012, el año en que lanzó servicios para comprar y vender bitcoin mediante transferencias bancarias. Entre sus logros estuvo aliarse con compañías como Dell o Expedia para que aceptaran pagos con esta criptomoneda. Pero además, el exchange tiene entre sus accionistas grandes fondos como Wellington Management o Tiger Global Management y, desde 2015, también a BBVA a través del fondo de capital riesgo Propel.
El rol de Propel
El responsable de Propel, Jay Reinemann, explicó en una entrevista con el medio Business Insider España qué es lo que vieron en una compañía "transformadora" y que tenía muy en cuenta las cuestiones regulatorias.
"Habíamos estado buscando tipos de compañías y de industrias que fueran a ser transformadoras. Empezamos a analizar la industria cripto en 2012 ó 2013, cuando empezaba a haber muestras de early adopters; desafortunadamente, sobre todo en temas de pagos, los early adopters no son el tipo de consumidor que nos gusta. A veces son los malos, gente que busca una vía diferente para blanquear dinero o comprar drogas", señaló Reinemann para contextualizar el momento de la inversión.
"En los primeros tiempos de las criptomonedas, había muchos casos de personas que buscaban un modo más libre de guardar su dinero, pero también había personas que lo utilizaban para cometer actos delicitivos", agregó.
Por otro lado, señaló: "Lo que vimos en Coinbase es que era una compañía que estaba más preparada que otras empresas que analizamos desde el punto de vista regulatorio. Estaban incorporando talento que entendía de regulación, que venía de la banca, que venía de una industria que respetaban. Pensaban 'vamos a hacer esto, pero vamos a hacerlo bien".
Además de esta preocupación por la regulación, el experto del ecosistema fintech expresó que sus fundadores: "Eran muy visionarios. Su idea es cambiar el mundo de las finanzas, el acceso a los servicios financieros y el modo en que empezaron es con un producto de inversiones y pagos, pero que podía ir más lejos todavía. Tenían el equipo adecuado para hacerlo".
Por otro lado, para Reinemann: "La empresa no necesitaba salir a cotizar. Pero nosotros, como inversores, tenemos un horizonte en el que necesitamos un retorno de nuestra inversión. Realmente, lo que empujó al equipo de Coinbase a cotizar fue, básicamente, que los inversores necesitaban liquidez, al igual que los empleados".
"Les da a los empleados la oportunidad de cobrar porque han estado trabajando duro y supone una recompensar enorme para ellos", agregó.
Coinbase fue fundada por Brian Armstrong y Fred Ehrsam en 2012.
No obstante, si el exchange no hubiese tenido su debut bursátil, la segunda opción era que otra empresa comprara la plataforma, pero Coinbase se había convertido en un gigante y la adquisición no era fácil.
Actualmente, en los últimos resultados trimestrales de BBVA, el consejero delegado del banco, Onur Genç, mostró un aumento de valor de entre 200 y 250 millones de euros para la entidad tras la salida a bolsa de Coinbase, aunque no quiso especificar el porcentaje de participación, que subrayan que es "muy pequeño".
Fuente: Business Insider.