Uno de los atractivos originales de las criptomonedas es que su uso proporciona al remitente o al destinatario anonimato, pero se trata de un error común en el sector.
En realidad, Bitcoin (BTC) y muchas otras criptomonedas pueden ser rastreadas fácilmente.
Una prueba de ello se produjo a principios de esta semana, cuando el 27 de abril autoridades estadounidenses detuvieron al cerebro detrás de Bitcoin Fog, un servicio de mezcla de BTC basado en la darknet. Las autoridades lograron capturar al operador tras analizar diez años de datos disponibles en la cadenas de bloques de BTC.
No hace falta ser un analista forense para saber que todas las transacciones están vinculadas a direcciones en la cadena de bloques y que permanecerán allí para siempre. Aunque las agencias gubernamentales no pueden dar con la dirección IP o los datos personales de la dirección, estas monedas suelen acabar siendo utilizadas para el pago de productos o servicios. Este es el rastro que lleva de vuelta al remitente y al destinatario.
En el caso de Bitcoin Fog, las autoridades pudieron identificar los gastos de alojamiento de servidores pagados con moneda digital. Los servicios de mezcla de Bitcoin, como Bitcoin Fog, permiten a los usuarios mezclar sus monedas con las de otros usuarios, lo que hace casi imposible detectar las direcciones de destino. Esto confunde los vínculos entre las direcciones de entrada y salida, proporcionando un mayor nivel de privacidad.
Ejemplo de una transacción de mezcla. Fuente: TarushTech-Medium
Los servicios de mezcla se ofrecen en una amplia gama de métodos, desde soluciones totalmente centralizadas en las que se requiere confianza, hasta mezcladores Coinjoin, que dependen de un gran grupo de usuarios para auto cooperar y actuar al mismo tiempo. Existe incluso la posibilidad utilizar exchanges descentralizados (DEX) para eliminar prácticamente cualquier posible rastreo.
Los mezcladores presentan algunos riesgos
Los mezcladores centralizados ofrecen el evidente problema del punto único de fallo. Incluso si uno confía en que la entidad está utilizando direcciones multifirma, si el servicio está dispuesto a compartir sus datos o ha sido vulnerado, sus usuarios perderán su privacidad.
CoinJoin resolvió este problema combinando las aportaciones de varios usuarios en una sola transacción. El servicio toma esas monedas, las convierte en una transacción y hace que cada participante la firme antes de transmitirla a la red. Posteriormente, estas transacciones se fusionan en una sola, y cada usuario recibe a cambio la cantidad original. Sin embargo, nadie puede ver el origen de esas monedas, ni siquiera la entidad que fusiona la transacción.
Aunque CoinJoin no es exactamente imposible de rastrear, proporciona una negación plausible, ya que nadie puede señalar qué entidad posee cada salida. Cuanto mayor sea el número de participantes, mayor será el grado de negación.
Captura de pantalla de la función CoinJoin de Wasabi Wallet. Fuente: WasabiWallet
Algunos usuarios de criptomonedas también necesitan el anonimato para enviar tokens a sus carteras, y Wasabi Wallet se ha utilizado durante mucho tiempo por sus funcionalidades CoinJoin integradas.
Aunque su infraestructura está técnicamente centralizada, su diseño asegura que los operadores no pueden desanonimizar a los usuarios ni robar ningún fondo. Por el momento, Wasabi Wallet solo está disponible para soluciones de escritorio, así que, como ocurre con todo lo relacionado con las criptomonedas, ¡cuidado con los clones!
Un servicio similar es proporcionado por Samourai wallet, que también ofrece un servicio de mezcla de Chaumian CoinJoin, llamado Whirlpool. Para conseguir una solución de privacidad total, los usuarios tienen que conectar la Samourai wallet a su propio nodo completo de Bitcoin. Sin embargo, esta ofrece versiones de escritorio y móvil.
Aunque estos servicios de mezcla no son ilegales en la mayoría de las jurisdicciones, algunos exchanges y servicios podrían rechazar a los usuarios vinculados a direcciones asociadas con actividades de mezcla de monedas.
A medida que más personas se den cuenta de la importancia de conseguir un cierto nivel de privacidad para protegerse, menos incentivos tendrán las empresas para negar a sus clientes el uso de mezcladores, indicó Cointelegraph.