En 2008, casi en silencio, un hasta ahora desconocido Satoshi Nakamoto publicó el whitepaper de Bitcoin que iniciaba la era de las criptomonedas.
En ese documento, se proponía "un sistema de dinero electrónico persona a persona" que revolucionaba todo lo conocido: no requería de ninguna empresa o autoridad que gobernara la plataforma.
De este modo, la "confianza" de la divisa no estaría a cargo de un Estado emisor o compañías procesadoras de pago, sino en los propios individuos, la blockchain, el consenso del ecosistema y el robusto esquema criptográfico que permitía las transacciones.
Así, aparecerieron otras monedas de esta "primera generación", como Monero y Litecoin. Pero en 2014 apareció Ethereum y dio inicio a la segunda: puso el foco no sólo en las transacciones, sino en la posibildiad de generar contratos inteligentes dentro de la cadena de bloques.
Es decir, programas que ejecutan acciones de manera automática ante cierto sucesos, como depósitos, transferencias, inversiones, distribución de ganancias, etcétera.
Sin embargo, tanto Bitcoin como Ethereum presentan problemas para ciertos casos de uso que, hasta el momento, no se han podido solucionar.
Y, a pesar de ser las dos plataformas líderes -representan el 61% y el 12%, respectivamente, de la capitalización total del mercado cripto-, emergieron redes de "tercera generación" para resolver esas limitaciones.
Estas nuevas propuestas brindan una oportunidad para quienes deseen lograr alguna ganancia a corto plazo: como valen algunos dólares -incluso, algunas hasta valen centavos- es posible realizar una apuesta baja en estas divisas y multiplicar varias veces la inversión hasta que el activo estabilice su precio.
Problemas y soluciones
Las llamadas redes de tercera generación buscan resolver principalmente las siguientes cuestiones:
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Escalabilidad: consiste en la posibilidad de que millones de usuarios puedan operar al mismo tiempo. Esto también redunda en mayores tarifas para las transacciones, principalmente en el uso de la red Ethereum y sus opciones de inversiones descentralizadas (DeFi)
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Sostenibilidad: al basarse en la prueba de trabajo (PoW), las dos monedas líderes requieren miles de supercomputadoras alrededor del mundo para validar transacciones. Así, el gasto de energía es muy grande. De hecho, Bitcoin consume la misma cantidad de energía que toda la Argentina
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Velocidad: Bitcoin procesa unas cuatro transacciones por segundo y Ethereum, nueve. Muy por debajo de, por ejemplo, Visa, que supera las 50.000 operaciones por segundo. También impacta en los costos de operación
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Interoperabilidad: Bitcoin y Ethereum sólo permiten transaccionar en sus propios ecosistemas. Pero las nuevas propuestas permiten conectarse con otras redes y ofrecer alternativas
"La principal ventaja que tendrían en este momento es que plantean una solución a la escalabilidad", afirma a iProUP Nahuel Burbach, representante argentino de la billetera Zerion, indicando cuál es el problema más importante que hoy atraviesan Bitcoin y Ethereum.
Bitcoin y Ethereum lideran la primera y la segunda generación, respectivamente, de criptomonedas
En este punto, Nicolás Verderosa, líder de Alianzas de Arum Trade, coincide en que estas nuevas redes "vienen a solucionar la problemática que no tuvieron en cuenta Bitcoin ni Ethereum".
"Al momento de su creación, no se pudo prever el grado en que estas tecnologías iban a avanzar y masificarse. Por ello, las cripto de tercera generación centran sus objetivos en la estabilidad, sostenibilidad y la velocidad de transacciones", remarca.
Maximiliano Hinz, Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance, afirma a iProUP que "cuando se presentó Bitcoin, recibió críticas y burlas. En el caso de Ethereum, hubo bastante incertidumbre. Pero el tiempo fue demostrando el potencial de ambas tecnologías".
"En el caso de la tercera generación, ya existe un precedente: cuando se empezaron a desarrollar Binance Smart Chain y otras redes descentralizadas se sabía que había una demanda del mercado", señala el directivo.
Y amplía: "Entonces, se pudo optimizar el proyecto y evitar ciertos problemas que tenía Ethereum, como los costos de transacción o la velocidad de la red".
De esta forma, las redes de tercera generación se están haciendo un lugar ofreciendo no sólo la posibilidad de ser un medio de intercambio más veloz y sustentable que Bitcoin, sino también una plataforma de inversiones descentralizadas más escalable y económica que Ethereum.
Las principales son:
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Binance Smart Chain: no sólo ofrece un ecosistema similar al de Ethereum sino también 300 transacciones por segundo y costos de operación bajísimos. Su token BNB creció de 38 a 328 dólares (+763%) en los primeros tres meses del año y es la cuarta moneda de mayor capitalización
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Cardano: fue diseñada por Charles Hoskinson, cofundador de Ethereum. Ofrece 1.000 operaciones por segundo y se conecta a cientos de otras blockchains. Su divisa ADA es una de las estrellas del año: pasó de 0,18 a 1,24 dólares (+589%) y es la tercera de la lista global
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Polkadot: creada por Gavin Wood, inventor del lenguaje Solidity (para programar contratos inteligentes) y cofundador de Ethereum. Brinda 100.000 transacciones por segundo y conecta cientos de otras redes. Su moneda DOT se valoró de 9,2 a 38 dólares (+313%) en 2021 y es la sexta del ranking
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Algorand: creado por Silvio Micali, experto informático ganador del Premio Turing, permite 10.000 transacciones por segundo. Busca ser una red descentralizada y escalable y hasta fue destacada por Vitalik Buterim, mente detrás de Ethereum. Su token ALGO aumentó de 0,36 a 1,35 dólares (+275%) en el primer trimestre
Así, estas divisas lograron mayor crecimiento que Bitcoin (104%) y Ethereum (157%) en los primeros tres meses. Y a lista continua.
Lo que tienen en común es que usan la prueba de tenencia (PoS) en lugar de la de trabajo, por lo que los que validan no deben tener supercomputadoras sino haber acumulado tokens. Esto permite además gastar menor energía y comisiones más bajas.
¿Conviene apostar?
Los expertos no dudan en que varias de estas nuevas redes continuarán creciendo y que no es descabellado adquirir sus tokens nativos para ganar a medida que avancen en el panorama cripto.
Sin embargo, hay que ver si logran posicionarse como método de pago o como una plataforma de inversiones descentralizadas. Una victoria en uno de estos frentes hará que los activos de cada red multipliquen su cotización.
Para Verderosa, "aquellas criptomonedas que tengan las características de velocidad en sus transacciones y bajas comisiones tienen la capacidad de convertirse en medios de pago".
Aunque señala que "será una cuestión de marketing y adopción ver cual o cuales logran ese objetivo" y añade que "existirán varias que serán adoptadas según la región del mundo en que ese proyecto sea mas popular".
Hinz añade que "el mercado se decantará por una o dos y el resto quederá para un uso menor", aunque destaca que hoy "BNB es la más utilizada, teniendo la red con más cantidad de transacciones: 30 por segundo contra las 15 de Ethereum".
Las nuevas
blockchain generan una gran expectativa en el mundo cripto
Burbach, por su parte, destaca el futuro de Polkadot, Algorand y Avalanche en el mundo DeFi y "esperar a ver qué tiene preparado Cardano en este sentido".
El vencendor en este terreno seguramente logrará la mayor valuación de su token nativo, ya que estas redes será el campo de juego de las finanzas del futuro, como son hoy las grandes plazas bursátiles.
"La competencia con Ethereum por tomar una porción del mercado que tiene y captar nuevo será feroz este año", anticipa Burbach.
Según Verderosa, "las altas comisiones son el factor decisivo que hace que varios proyectos migren de la red de Ethereum a otras", ya que que cualquier blockchain que ofrezca costos bajos atraerá a más gente".
"Hoy, si alguien quiere comprar sus primeros satoshis (una cienmillonésima parte de Bitcoin), no tiene sentido comprar menos de u$s300, ya que se pagarían unos 20 dolares de comision", señala.
Manuel Beaudroit, CEO de la billetera cripto-fiat Belo, afirma que "hoy Ether es un juego de ricos. Para hacer algo tenés que pagar comisiones altísimas, peor que la de los bancos, lo que es contraproducente para el ecosistema", aunque aclara que "es parte de la evolución y cuando escale y las tasa bajen habrá un efecto democratizador".
Hinz añade que el crecimiento de BSC se basa en bajas comisiones y velocidad. "Los usuarios no pueden afrontar gastos de uso de red que a veces llegan a los 20 o 30 dólares por transacción, pero si bajamos este costo a u$s0,05, se vuelve mucho más atractivo", grafica.
Y adelanta que "con comisiones tan bajas se disparará el interés en investigar y probar el producto, porque a lo sumo para revertir lo que se hizo solo hay que pagar otros 5 centavos, cuando en Etherem podía costar 100 dólares".
Por ello, el próximo paso es la interoperabilidad de la redes, que permitirán intercambiar distintos activos entre distintas redes, aprovechando las ventajas que ofrece cada una según el momento en el que se está operando.
"Los atomic swaps (cambios de monedas sin intermediarios) impulsarán al crecimiento de DeFi. Hoy, los exchanges descentralizados son una gran alternativa para tokens que están dentro de una misma red, pero si podemos interconectar redes, la cantidad de combinaciones crece exponencialmente", afirma Hinz.
Según Beaudroit, "ya estamos ante la maduración de lo que son las stablecoins como método de pago. Tether, USDC y DAI vienen mostrando que son efectivas y se pueden usar en cualquier red para pagar menos comisiones".
"Ethereum va a consolidar gran parte de lo que va a empujar la adopción masiva y convertirse en la computadora global de internet: donde corran las aplicaciones descentralizadas. Si eso ocurre y escala, hay poco incentivo para uar otras redes", completa.
Verderosa añade que "sólo a través de la interoperabilidad se va a llegar a la adopción masiva de la tecnología blockchain en la vida cotidiana y uno de los primeros sectores a tocar serán los servicios financieros".
"Actualmente, existen proyectos que proponen a los 'hodlers' (tenedores) obtener un préstamo en dinero fiduciario (dólares, por ejemplo) dejando sus criptos como colateral. Es una gran solución para quien tiene una criptomoneda en particular y necesita dinero para pagar las cuentas sin vender esa cripto", ejemplifica.
En este caso, Verderosa destaca el caso de KardiaChain, "que permite que la cadena de bloques tenga acceso simultáneo tanto a su propio registro como a los de otras plataformas, sin necesidad de que los servicios DeFi cambien su protocolo o tecnología".
A la hora de invertir en los tokens de estas redes, Hinz advierte que "estas inversiones son de alto riesgo por su volatilidad", pero el "trading es una estrategia que bien ejecutada puede dejar buenas diferencias en dólares, pero se puede perder la diferencia que se lograría con una suba de su precio de criptomonedas".
"Si el usuario está seguro de dónde va a invertir, en el largo plazo, holdear es una buena opción, ya que se asegura que la cantidad de cripto que tiene no va a disminuir y si el precio baja solo debe esperar que se recupere. Obviamente hay que tener en cuenta varios factores y el trading es algo que precisa estudios previos", agrega.
Por su parte, Verderosa afirma que el comportamiento de las criptomonedas en general tiende a estar atado a la suerte del Bitcoin, aunque a veces se separan de ese camino, como ADA y DOT que incluso generaron mayores ganancias".
"En mi experiencia, uno siempre tiene que tener un porcentaje de su portfolio para holdear y otro para tradear. Lo importante es plantearse objetivos y mantenerse firmes en ellos, dejando de lado las emociones que potenciales subidas o bajadas puedan generar", recomienda.
Así, el mundo cripto ofrece todo el tiempo nuevas alternativas para invertir y ganar en divisa dura. Un mundo completo que se construye minuto a minuto para revolucionar para siempre las finanzas.