En 2020, el año en el que el coronavirus irrumpió en Uruguay, se profundizó el uso de medios electrónicos de pago frente al de los tradicionales (cheques y retiros de efectivo en terminales). 

Según el Reporte del Sistema de Pagos Minoristas que difundió ayer el Banco Central (BCU), el IPET (índice de pagos electrónicos vs. tradicionales) pasó de 50 a fin de 2019 a 57 a fin de junio de 2020 y a 61 al cierre de 2020. Eso implicó que de cada $ 100 pesos pagados, $ 61 se hicieron por vía electrónica y $ 39 por vía tradicional, cuando a fin de 2019 eran $ 50 y $ 50 respectivamente.

Así, en 2020 por primera vez los pagos electrónicos (tarjetas de débito y dinero electrónico, transferencias, pagos vía web, aplicaciones, débitos automáticos) superaron a los tradicionales. Una década antes, el IPET era de apenas 8,7 y cinco años antes de 16.

 

Promoción

Tal como explica El País de Uruguay, la ley de Inclusión Financiera (aprobada en abril de 2014) que promovió mediante incentivos y algunas obligaciones la utilización de medios de pago electrónico, tuvo su efecto en la velocidad del crecimiento de estos medios.

El BCU señaló que en 2020 siguió "una tendencia sostenida al alza indicativa de la mayor inclinación de los agentes hacia mecanismos electrónicos y no presenciales de pago".

La tarjeta de débito, que fue uno de los instrumentos incentivados por la ley de Inclusión Financiera con el descuento de puntos de IVA por su utilización, alcanzó un máximo en 2020 de 228.336.246 de operaciones. Es un 8,7% más que en 2019.

El monto total de pagos realizados con débito se ubicó en u$s 6.308 millones. La cifra es 0,6% menor que en 2019 cuando se habían pagado por esta vía u$s 6.346 millones. El COVID-19 tuvo que ver en esa caída, ya que el BCU explicó que "luego del descenso observado en los primeros meses del año", en el segundo semestre "se registró un alza de 13% con respecto al primer semestre en línea con la reactivación parcial de actividades acontecida en el último tramo de 2020".

 

A fin de 2020 había 2.937.886 tarjetas de débito emitidas a nivel nacional, un 4% más respecto a fin de 2019.

Un instrumento análogo al plástico de débito, es la tarjeta de dinero electrónico (hay de dos tipos, la que permite cobrar salarios por ella como la de débito y la de alimentación, utilizada para pagos de partidas en especies). En 2020 se realizaron 51.624.925 millones de operaciones con tarjetas de dinero electrónico (13,9% más que en 2019) por un total de u$s 1.938 millones (1,9% más que en 2019). 

En total había 2.287.417 millones de plásticos de este tipo, 24,7% más que en 2019. Aunque el BCU señaló que solo 37% de ellas están "activas" (registraron al menos un movimiento de fondos en el semestre).

En tarjetas de crédito se hicieron 159.770.269 operaciones (5,8% menos que en 2019) con u$s 4.729 millones (20,2% menos que en 2019). A fin de 2020 había 3.429.685 tarjetas de crédito (6,2% menos que en 2019).

Por su parte, en 2020 el ratio transferencias bancarias / cheque fue de 8,5, lo que implica que por cada cheque emitido se realizan casi 9 transferencias. Si bien sigue bajando su utilización, la participación del cheque en el total de instrumentos de pago "continúa siendo significativa", afirmó el BCU. 

"La inexistencia de otro mecanismo que pueda sustituir las características del cheque de pago diferido en su doble rol (medio de pago y financiamiento)" puede ser un factor que "favorecen su permanencia", agregó.

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