El crecimiento meteórico del valor de Bitcoin lo situó en el centro del mundo financiero como uno de los activos más interesantes y prometedores de este nuevo siglo, pero es debido a este acelerado éxito que también se ha generado en el imaginario popular muchas dudas e incredulidad.
Desde sus comienzos hace más de una década, su rápida adopción a nivel global ha sido una constante y por ello se ha ganado distintos apodos, quizás el más representativo en mi opinión es el de dinero ¨mágico¨ de internet, y es que justamente como con todo lo ¨mágico¨ es que las personas se preguntan ¿Dónde está el truco? ¿Por qué tiene valor? ¿Esta caro o barato? ¿Cuál es el parámetro para compararlo? ¿En qué y cómo se usa?
Las personas siempre buscan un parámetro, algo contra que comparar y es allí donde tenemos que tener cuidado.
Primero voy a decir que comparar Bitcoin con una moneda nacional "convencional o tradicional" es como comparar una computadora con una máquina de escribir: la computadora puede hacer cosas similares a la máquina de escribir, pero tanto en su origen como en su capacidad son muy diferentes. Ademas, la criptomoneda es diferente a las acciones y lo opuesto a un bono.
Bitcoin es en realidad una nueva clase de activo que une a la tecnología con el dinero y por ello es un cambio de paradigma: el dinero basado en las matemáticas.
"Existen tres eras del dinero: la era del dinero basado en las mercancías, la era del dinero basado en la política y ahora la era del dinero basado en las matemáticas", afirmó Chris Dixon, cofundador de Hunch y de SiteAdvisor, firmas hoy pertenecientes a eBay y McAfee, respectivamente.
Para comprender su importancia debemos entender que la tecnología de Bitcoin es la base de una nueva infraestructura financiera mundial, en la cual la Red Bitcoin es una capa fundamental y es el lugar donde ya se están construyendo gran parte de los servicios financieros del futuro.
Una de sus características más destacadas –y quizás la más revolucionaria– es que podemos comprar partes (bits) de esta nueva infraestructura, que es mucho más eficiente que la tradicional por ser realmente nativa de internet.
Hay que recalcar que solo existirán 21 millones de bitcoins y sin estos no podemos utilizar la infraestructura. Un bitcoin puede dividirse en "bits" (un millón de partes) o "satoshis" (100 millones de partes), que es la unidad mínima de bitcoin. Es decir, solo existirán 21.000.000.000.000 de bits y 2.100.000.000.000.000 de satoshis (o centavos de bit).
Por ello, a nivel económico, más allá de su función y utilidad como medio de intercambio en forma de dinero electrónico, los bitcoins tienen una característica de mercancía o commodity digital, con un alto potencial de efecto de red.
Esto se debe a su origen como sistema de incentivos, ya que la acuñación de los bitcoins se realiza para recompensar a los mineros de la blockchain por gastar sus recursos económicos en la infraestructura Bitcoin.
Este sistema de incentivos se inspiró en el minado del oro, porque para ganar bitcoins los mineros de la blockchain de bitcoin, al igual que los mineros de oro, gastan sus recursos para obtenerlos.
Por lo cual, si las personas encuentran valor en utilizar la Red Bitcoin –en sus ventajas, como la seguridad, la inmutabilidad, la fungibilidad, la transparencia, la eficiencia de su naturaleza digital, etc.– y la única forma de utilizar la red es teniendo bitcoins, esto hace que los bitcoins sean una mercancía digital. Es por esta última razón que son considerados como el oro digital u oro 2.0, y de allí vemos su utilidad como reserva de valor.
*Alberto Vega es el CEO de Bithan, compañía de criptomonedas que fundó luego de ocupar varias posiciones en firmas del sector, como BitPay