Tras los infames eventos ocurridos en el capitolio la semana pasada, y con casi la totalidad de sus redes sociales bloqueadas, luego de desligarse por momentos de los hechos y ratificando el fraude electoral de las pasadas elecciones, Donald Trump estaría afrontando sus últimos días como presidente de los Estados Unidos.
Pasados todos los mencionados eventos, el momento para que Joseph Robinette Biden Jr. asuma el próximo 21 de enero como el 46.º presidente de los Estados Unidos de América está al caer, y con él, se especulan rumores sobre el paquete de medidas que vendrían de su mano, ya en el poder.
Con su esperada presidencia, sumado al hecho de que nuevamente el Partido Demócrata tiene mayoría Legislativa (tanto en el congreso como en el senado) y ejecutiva, Biden y su equipo tendrán un camino allanado para plantear uno de los paquetes de recuperación económica más importantes que haya vislumbrado la economía americana, según afirman varios medios estadounidenses cercanos al propio partido.
Joe Biden, presidente electo de los Estados Unidos
¿Qué tipo de medidas tomará Biden para recuperar la economía de EE.UU.?
El principal anunció vendría con respecto a la inflación. Y es que la impresión de billetes es casi un hecho. Según el propio Biden, su mandato espera presentar un paquete de estímulo de billones de dólares, siendo uno de los principales anuncios en lo que pretende ser un comienzo fuerte, politicamente hablando, en cuanto a números.
Axios, un medio de comunicación con sede en Arlington, informó el jueves que Joe Biden ha pedido al Congreso que proporcione a los estadounidenses 2.000 dólares como pagos de estímulo para ayudar a compensar la devastación económica del Covid-19. El presidente entrante también ha propuesto un impuesto de 3 billones de dólares y un paquete de infraestructura como parte de su programa "Una Mejor Reconstrucción" (Build Back Better).
Ligado a lo anterior, aunque no siendo la única causa, es muy probable que la inflación tenga una arrojada suba sin mayores trabas. Es por eso que la administración Biden ha prácticamente confirmado a Janet Yellen como la próxima Secretaria del Tesoro. Anteriormente, Yellen ha asegurado en más de una entrevista su interés por mantener las tasas de interés bajas y centrarse en reducir el desempleo antes que por el crecimiento de la inflación, posicionandosé sobre el ala vertical de la Curva de Philips.
También, Biden duplicó su petición de un alivio más directo para los estadounidenses después del decepcionante informe de empleos del viernes que muestra una pérdida de 140.000 puestos en diciembre.
Incluso Donald Trump, republicano, no era ajeno al estímulo. Bajo su liderazgo, los Estados Unidos aprobaron una histórica ley de estímulo de 2 billones de dólares en marzo. Trump también firmó un paquete de ayuda de 900.000 millones de dólares el mes pasado que prepararía la ola de cheques de estímulo de 600 dólares.
Más allá de la impresión y la inflación, hay un tercer elemento que será seguido de cerca con los demócratas al mando: La regulación. Si bien es cierto que el último año del mandato Trump estuvo regido por una importante crisis económica (ligada al esparcimiento del coronavirus), sus políticas siempre estuvieron ligadas al "pro-mercado". El oriundo de Nueva York fue un mandatario que se centraba en hacer que los mercados crecieran, o por lo menos que no cayeran de sobremanera como intento evitar en 2020.
El gobierno demócrata no pareciera, en principio ser tan "pro-mercado" como resultó el gobierno anterior, basandonos en sus declaraciones previas. La visión demócrata se centrará en regular y controlar los momentaneamente volatiles mercados, y prestarle más atención en cuanto a ayuda estatal refiere a las empresas que comprenden la Main Street.
Si bien es cierto que los cambios regulatorios que se esperan a nivel de mercado son mayores impuestos para las grandes ganancias y que por ahora no se ha mencionado nada especificamente en torno a las criptomonedas, las politicas mencionadas podrían tener un importante efecto. Habrá además que seguir evaluando quienes conformarán el gabinete de Biden en sus próximos 4 años de mandato.
En conclusión, por un lado el gobierno de Biden podría llevar a la degeneración del dólar y su valor dentro de los mercados en los próximos años de mandato por las factibles políticas de expansión fisíca monetaria. Aunque también cabe resaltar, que el eventual escenario de regulación estaría destinado a controlar a un mercado que se mantiene "salvaje" en muchos aspectos.
¿Y que hay de las medidas en torno al Bitcoin?
A juzgar por el año 2020, la nueva ola de estímulos podría ser otro catalizador para Bitcoin a medida que más dinero se inyecte al mercado e influya en los precios de los activos.
Las políticas de fomento de la inflación del gobierno federal han coincidido con una intervención récord de la Reserva Federal, que desembolsó billones de dólares en 2020 para combatir una crisis de liquidez y mantener las tasas de interés a un día bajo control.
Aunque estas políticas proporcionaron un fuerte respaldo a los activos de riesgo —una categoría que en el pasado ha incluido a Bitcoin— la narrativa emergente que rodea a BTC es que es una cobertura contra la inflación.
Esto no solo está corroborado por el rendimiento superior histórico de Bitcoin en los últimos 11 años, sino también por la nueva ola de dinero institucional que está entrando al mercado. Las instituciones están comprando Bitcoin con un claro propósito, y puede que un día se conviertan en los "mega HODLers" de la industria.
Y a pesar de que muchos aseguran que el Bitcoin no tiene ninguna relación con los mercados tradicionales, lo cierto es que a la criptomoneda tiene buenos numeros cuando los propios de Wall Street están en verde.
La narrativa del oro digital de Bitcoin ha sido uno de los mayores catalizadores del cambio institucional hacia BTC. Esta narrativa ayudó a impulsar la subida del 300% del precio de Bitcoin en 2020 y su precio se ha más que duplicado en las últimas tres semanas. Esta tendencia podría intensificarse en 2021, ya que el poder adquisitivo del dólar continúa erosionándose.
Incluso JPMorgan Chase ha reconocido que Bitcoin está tomando cuota de mercado del oro, el tradicional activo refugio. El viernes, un Bitcoin valía el equivalente a más de 22 onzas de oro, lo que representa un nuevo máximo histórico,indicó CoinTelegraph.
No es que el Bitcoiner promedio está ansio soesperando que le llegue el "jugoso" cheque de estímulos. Solo que sencillamente se regocija de ver como los Estados más grandes caen en las prácticas que llevan años denunciando, la "delincuencial" impresión de papel sellado con numeritos.
Particularmente para el Bitcoiner latinoamericano, la impresión de "dinero inorgánico" al que se conoce de primera mano, se ha experimentado en carne propia y lo más importante, también se conocen sus efectos, la inflación. Ese monstruo hace que constantemente se diga en el ambiente que Bitcoin está destinado a establecerse por sobre toda moneda fíat, y así plantearse como el "refugio de valor definitivo".
La llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos podría llevar al dólar americano al suelo produciendo a su vez, que el valor del Bitcoin suba aún más de lo que lo ha hecho ya. Será cuestión de esperar si alguna de estas medidas dan marcha atrás para contener los problemas que más tarde podría tener la economía norteamericana.