Dos hombres y dos mujeres de entre 23 y 36 años fueron detenidas luego de que la Policía Nacional de España descubriera una estafa a cerca de 400 víctimas por un valor conjunto de más de siete millones de euros (u$s8,5 millones) en en criptomonedas.
A través de una sociedad inexistente, los arrestados –nacionalidad española, italiana y argentina– gestionaban inversiones en 'bitcoin', que se utiliza como sistema de pago en internet o como una nueva alternativa de inversión.
Para captar a las víctimas ofrecían una alta rentabilidad, abonando en un primer momento los intereses generados con las aportaciones de nuevos inversores hasta que pasado un tiempo dejaban de recibir las ganancias y no reintegraban las monedas virtuales intervenidas a sus titulares.
La cantidad de 'bitcoins' estafados asciende a más de 380, cuyo valor es de unos u$s35.000 cada uno, por lo que la totalidad del dinero estafado supera los u$s13 millones.
Según la Policía, uno de los detenidos, presionado por multitud de clientes a los que no había retornado sus inversiones, se refugió en una localidad de Cuenca donde finalmente fue detenido.
El resto de detenidos quedaron en libertad tras declarar en la comisaría de Alicante, aunque la investigación continúa abierta ya que los agentes tienen conocimiento de que podría haber más víctimas de esta estafa.
Los fraudes habían sido denunciados por multitud de víctimas, coincidiendo todas ellas en que habían sido engañadas tras transferir criptomonedas a una empresa que ofertaba invertirlas y sacarles alta rentabilidad.
A los detenidos se les atribuye el supuesto delito de estafa, y se les ha intervenido multitud de material informático, como computadoras, tablets y teléfonos.
Ponzi, el pionero
Carlos Ponzi fue un famoso estafador hijo de migrantes italianos en Estados Unidos, que a principios del siglo pasado se hizo famoso por crear un esquema que prometía ganancias superiores al 50% en menos de 60 días, o el 100% en tres meses.
¿Cómo funcionaba? Originalmente la idea no era defraudar a nadie sino encontrar una forma de financiamiento barato: lo que Ponzi hizo fue comprar un producto utilizando el dinero que le daban sus inversores, sabiendo que si llegaba a venderlo podría obtener el 250% de ganancia. Hasta ahí su idea no tiene nada de malo, incluso se parece a todos los negocios que hoy día conocemos.
El negocio falló cuando, ignorante del mercado global y la complejidad de la oferta y la demanda, Ponzi recibía más inversores de los que podía atender.
Es decir, debido a una saturación del mercado, los nuevos inversores se comían parte de sus ganancias, hasta que ya no pudo seguir pagando los increíbles rendimientos que prometía.
Lo más curioso de todo es que el producto que Ponzi ofrecía eran estampillas postales italianas.
Un siglo más tarde,el esquema cambió algunas formas pero mantuvo su esencia. En Wall Street, a diferencia de Ponzi, Bernie Madoff sabía que en algún momento su esquema -que sí era fraudulento- lo podría llevar a la cárcel.
Lo que él hizo fue montar una pantalla: una compañía de compra y venta de acciones que nunca compró ni vendió nada. El dinero de sus inversores iba directo a su cuenta personal; lo que él pagaba como rendimientos era dinero de los nuevos incautos y los intereses del 2% que le generaba la cuenta global.
Su fraude se descubrió en plena crisis de las hipotecas subprime. En aquel entonces, el mundo financiero de los Estados Unidos se preguntaba cómo era posible que esta persona, que había sido presidente del Nasdaq y era una de los grandes referentes de Wall Street, podría seguir pagando rendimientos tan altos cuando el mercado de valores estaba al punto del colapso.
Entonces sus inversores empezaron a retirar el dinero y, cuando ya no hubo más capital, se evidenció el fraude. Madoff fue detenido en 2009 y sentenciado a 150 años decárcel.