Antes y después del COVID-19. Como en tantos otros rubros de la economía, el de las franquicias comerciales no escapa al axioma del 2020.

Para sintetizar ese punto de inflexión hay que recurrir a los datos concretos: previamente al infortunado marzo pasado, existían en el país unos 38.500 puntos de venta franquiciados por alrededor de 1.000 marcas, de acuerdo con el informe del Estudio Canudas.

Desde entonces:

"Si bien sufrieron con fuerza la pandemia, la supervivencia del 90% de los comercios franquiciados fue mayor que la de los comercios independientes, que se ubicó en el 78%", explica a iProUP Roberto Russo, director y editor de la Guía Argentina de Franquicias, cuya próxima edición está prevista para enero próximo.

En su visión, "esto se debió al apoyo y contención de las franquicias, que acompañaron sobre todo con promociones a sus franquiciados, y con la que los negocios independientes no contaron".

Russo destaca que "los sectores que siguieron creciendo fueron los vinculados al comercio esencial, como supermercados, carnicerías o dietéticas. También ocurrió lo propio con todo el rubro de limpieza, tiendas ecológicas y los servicios de fumigación y desinfección".

En la vereda de enfrente, "los que más cayeron fueron restaurantes y peluquerías, cuya facturación llegó a representar apenas 15% de las ventas previas a la pandemia", señala.

Franquicias 4.0

Sin embargo, las que apuntalan la recuperación que muestra el mercado en los últimos meses son, como no podría ser de otra manera, las franquicias digitales y las que lograron reconvertir sus servicios al modelo virtual.

"Al no tener la necesidad de un local, la inversión inicial ya es baja de por sí. Además, redujeron el fee de ingreso, incluso hasta montos muy pequeños o cero. De este modo, el retorno esperado disminuyó a seis meses o el año en curso, obviamente dependiendo de la habilidad del comerciante", asegura Russo.

Los que llevan la delantera son los institutos de capacitación que, gracias las clases online, prácticamente no perdieron alumnos. Una de ellas es Eddis Educativa, que había llegado a 49 franquicias antes de la pandemia y hoy ya suma 103 –con más de 20.000 alumnos– en el país.

"Cada uno de los centros tuvo que reconvertir alumnos que se habían inscripto a cursos presenciales al formato virtual. Así, logramos retener más del 60% y, con el pasar de los meses, cada vez más se animaron a esta nueva modalidad", revela a iProUP Juan Pablo Silvano, director de Eddis.

Agrega que en las "reaperturas de agosto, todos sabían lo que era un Zoom, un campus educativo, y que este modelo virtual había llegado para quedarse. Así, los centros volvieron a generar ganancias: en lo que va del año, el promedio de crecimiento de alumnos es de 16% interanual".

"Para esto, contamos con un nuevo modelo educativo denominado 'aula extendida': un entorno que permite generar espacios para la producción colaborativa del conocimiento a partir del uso de distintas herramientas digitales como foros, chats, mensajerías, redes sociales y YouTube", añade.

En este caso, la franquicia "virtual" se compone por una comisión de ingreso de $35.000, más otros $35.000 para la inversión en publicidad en redes sociales. 

Este modelo además permite implementarse en ciudades de menos de 30.000 habitantes y la inversión es menor, dado que no exigen una locación determinada como en el caso de las franquicias "presenciales", que requieren de un espacio físico y la "decoración" con el layout que exige la marca.

Otra franquicia que creció con el modelo digital es el Instituto Argentino de Peluquería y Belleza (IAP), que cuenta con 270 franquicias en la Argentina, Bolivia, Chile, España, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Uruguay.

Plataformas de elearning, entre las franquicias más exitosas

Y que ya desde hace 15 años dicta cursos online combinados con entrenamiento presencial, "con una estructura sólida en la que se invirtió previo a la pandemia y 100% operativa", detalla a iProUP Rodrigo Michelet, CEO de la compañía.

"En total, 45 franquicias no sobrevivieron, pero lanzamos 93 desde abril. Muchas cerraron y luego volvieron en formato home office, con un plan con 0 pesos de canon y sin inversión mínima. Hoy tienen una rentabilidad mayor al 50%, a pesar de que cayó el promedio de alumnos. De hecho, estamos trabajando en más de 15 aperturas en España, México, Perú y en nuestro país para lo que resta del año", agrega.

Incluso, los emprendimientos más pequeños pudieron sortear las dificultades de la mano del formato digital. En el caso del instituto de idiomas Neone, contaba con tres franquicias antes de la pandemia. No obstante, puso en marcha cuatro más en los últimos meses en todo el país a partir del cambio de modelo.

"El canon del modelo de franquicia online es de $40.000 y la inversión mínima de 100.000 pesos. La vigencia del contrato es de cuatro años y el tiempo de retorno promedio lo estimamos en seis meses", ilustra al respecto Natalia Druziuk, su directora general.

Y completa: "El crecimiento de la matrícula de alumnos fue de 15%, superó a cualquier proyección. Dos de las sedes comenzaron a ver un margen de rentabilidad a partir de octubre, y las más nuevas están recién comenzando a generar ingresos".

La ejecutiva cree que esta nueva modalidad llegó para quedarse. "Por eso invertimos en equipamiento y en la renovación de nuestro campus virtual, con agregado como el de certificación de curso completo o la plataforma Zoom", remarca.

Y completa: "Además, estamos en proceso de diseño de una app. En la pospandemia, prevemos seguir ofreciendo el formato online, las clases presenciales y el híbrido que combina ambas modalidades", completa. El plan es llegar a 25 franquicias en 2021.

Atado al dólar

No sólo se trata de institutos de capacitación: el sector abarca un abanico más amplio de negocios. Un ejemplo en ese sentido es el de Vendosuauto.com, que ya cuenta con ocho franquicias en la ciudad de Buenos Aires, las zonas Norte, Oeste y Sur del Conurbano, y la Córdoba Capital, tres de ellas inauguradas en medio de la pandemia.

"Nuestra franquicia tiene mínimos requerimientos, ya que no hace falta experiencia en la comercialización de rodados, porque la venta está bastante automatizada. Tampoco se requiere dedicación full-time, aunque, obviamente, a mayor cantidad de tiempo, mejor rendimiento del negocio", asegura a iProUP Gastón Ponga, su CEO y fundador.

"Con 210.000 pesos se ingresa a la franquicia, monto que comprende a derechos de otorgamiento, costos legales y comerciales, y la campaña publicitaria inicial. El contrato es por cuatro años y el retorno de la inversión es en pocos meses, gracias la baja barrera de ingreso", remarca.

Las franquicias digitales permitieron compensar la caída de los rubros gastronomía y turismo

Si bien el emprendedor admite una caída de las ventas al inicio de la cuarentena, advierte que "la recuperación a los niveles prepandemia fue rápida, empujada por el aumento del dólar, ya que quienes estaban posicionados con sus ahorros en esa divisa encontraban muy baratos los precios de los rodados. De este modo, los franquiciados no sufrieron la crisis como otros rubros", analiza.

"Además –completa–, nuestra franquicia se basa en costos principalmente variables, de modo tal que la adaptabilidad a situaciones extraordinarias es mucho más sencilla. De hecho, nuestros franquiciados pueden trabajar en el formato de autoempleo, sin requerir personal, lo que representa una gran ventaja."

Así, los argentinos pueden apostar a franquicias para invertir sus ahorros y reconvertirse. El secreto está en lo digital: de hecho, el sector ha encarado su Congreso y Feria Internacional Virtual de Franquicias de Argentina en medio de la tempestad que trajo la pandemia.

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