En el marco de la crisis económica por el covid19, Apple salió de compras por primera vez en España y adquirió Vilynx, una startup que, aunque ya estaba basada en Estados Unidos, todo su equipo de ingeniería y todo su desarrollo se estaba realizando desde Barcelona.
Es la primera operación que Apple realiza en el mercado español y, como suele ocurrir cuando el fabricante del iPhone adquiere una firma, todo se envuelve en un halo de misterio. No se sabe cuánto pagó, por ejemplo, aunque algunos medios hablaron entonces de 40 millones de euros.
Vilynx es una firma especializada en inteligencia artificial, aprendizaje automático y vídeos. Lo primero que se puede pensar cuando se anuncia esta operación es que Apple sigue en las mismas: en los últimos meses ha adquirido varias compañías emergentes para potenciar sus desarrollos en estos ámbitos y en el de la realidad aumentada.
Pero fuentes del sector detallan a Business Insider España van más allá y explican por qué Apple ha acabado haciéndose con esta empresa española: Vilynx ya estaba compitiendo por sí misma con tecnologías de Google y Facebook.
Vilynx
Vilynx nace en 2013 y es fundada en Barcelona por Elisenda Bou-Balust, doctora en la Universitat Politècnica de Catalunya, y por Juan Carlos Riveiro. La startup no era la primera empresa de Riveiro, que ya logró vender una primera compañía, Gigle Networks, especializada en el diseño de soluciones multimedia domésticas, hace casi 10 años a Broadcom por cerca de u$s 85 millones.
El objetivo de Vilynx es tratar de dar solución a uno de los grandes problemas que hoy día adolece la inteligencia artificial: poder comprender vídeos. En palabras de la propia Elisenda Bou, en una charla que impartió en el marco de la Barcelona Tech City, la mayoría de la "comunicación humana", charlas, llamadas telefónicas, correos electrónicos, son "datos no estructurados".
"El problema de un dato no estructurado es que las máquinas no lo pueden entender. La máquina no te puede responder si le mandas un vídeo. Las máquinas trabajan con datos estructurados, con bases de datos en las que los datos son una propiedad y un valor", exponía entonces la propia Bou.
Pero si las máquinas pasan a tener acceso a esos datos, "se pueden desarrollar muchas más aplicaciones".
Vilynx ya tenía otro nivel
La compañía ya levantó una ronda de financiación Series A de más de 6 millones de euros hace 3 años, según detallaba entonces El Referente. La empresa ya consideraba entonces que su tecnología tiene potencial "para indexar todos los vídeos que existen en internet", según recogía entonces dicho medio.
Se trata de una firma que siempre ha estado muy enfocada en su tecnología, y no en su rentabilidad. Aunque en los últimos años fueron aumentando sus ingresos gracias a las soluciones que desarrollaron, fundamentalmente, para el sector de los medios de comunicación, la compañía siguió quemando dinero.
En otoño del año 2018 un exdirectivo de las emisoras de televisión CBS y CNN, Jon Klein, se unió a la startup como presidente. En una entrevista en Forbes, los dos cofundadores, Riveiro y Bou, defendieron una de las primeras aseveraciones que hizo Klein cuando ocupó el cargo: "Somos la única compañía de inteligencia artificial con una compañía centrada exclusivamente en el sector de los medios".
Riveiro se defendió así: "Nuestra principal diferencia en el mercado es que somos los únicos con un verdadero cerebro de IA que no solo reconoce, sino que también comprende. Nuestro cerebro es capaz de aprender por sí mismo y ofrece verdadera inteligencia".
Algunos de los competidores con los que el propio Riveiro contaba en aquella entrevista es Taboola, una firma que agrega inserciones publicitarias en medios de comunicación. Fuentes del sector abundan a Business Insider España que una firma que trabaja en un ámbito similar al de Vilynx es Clarifai, con sede en Nueva York y también fundada en 2013. En Clarifai utilizan la IA especializada en visión por computadora y usa el machine learning con redes neuronales también para identificar y analizar imágenes y vídeos.
Pero las mismas fuentes se detienen un momento y van más allá. En realidad, Vilynx ya estaba compitiendo a otro nivel. Competía con dos de las compañías más grandes del mundo en materia de reconocimiento de vídeos.
Los desafíos de esta tecnología
Facebook y Google son dos gigantes tecnológicas que cuentan con la mayor base de datos de vídeos posible a imaginar a la hora de entrenar a sus IA. Facebook cuenta con todos los vídeos que sus usuarios suben a Facebook o a Instagram, mientras que Google cuenta nada más y nada menos que con YouTube.
Apple se ha hecho con Vilynx para poder competir de tú a tú con dos de los gigantes tecnológicos con los que ya se disputa el mundo. En la charla que Elisenda Bou dio este verano en Barcelona, también defendió por qué su tecnología es esencial para que la IA pueda comprender y etiquetar vídeos, lo que les ha permitido trabajar con grandes cadenas estadounidenses y emisoras españolas como RTVE o Antena 3.
Un sistema de aprendizaje sin supervisión por parte de la máquina. Elisenda detalló en dicha charla algunos de los métodos más habituales por los que la IA se entrena. El aprendizaje supervisado es aquel en el que los humanos le dan un set de datos a la máquina: miles de fotos de gatos y humanos explicándole al 'robot' qué es un gato y qué es un humano.
Otro sistema es el de aprendizaje mediante refuerzo, similar a la educación que se le da a los niños. Si la máquina te enseña una foto de un gato y te dice que es un humano, se le dará un refuerzo negativo. Si lo dice bien, se le dará un refuerzo positivo.
El último es el aprendizaje no supervisado. "Hablamos de aprendizaje autónomo". La IA adquiere, en Vilynx, una dimensión más: la de la comprensión. Siempre, claro, con los riesgos que pueda generar el sesgo. "¿Vosotros dejaríais que vuestros hijos aprendieran de internet sin supervisión?", se preguntaba Bou ante un auditorio repleto.
Ahora, ese desafío de Vilynx se lo lleva Apple con su compra. "Tenemos que plantearnos que tenemos sesgos, que esos sesgos están en internet, y que esos sesgos van a ir saltando a las máquinas. Luego el problema lo tendremos nosotros, para ver cómo se los sacamos de sus cabezas".