Amazon Prime se lanzó en febrero de 2005 y fue pionero en su tipo: por un pago inicial de 79 dólares, los clientes eran recompensados con entrega en un máximo de dos días en todos sus pedidos.
En ese momento, Amazon cobraba a los clientes 9,48 dólares por la entrega en dos días, lo que significa que si se hacen sólo nueve de estos pedidos en un año, Prime ya era rentable para el usuario.
Con él, Amazon, sin ayuda de nadie y de forma permanente, subió el listón de la comodidad en las compras en línea. Eso, a su vez, cambió para siempre los tipos de productos que los compradores estaban dispuestos a adquirir online.
Ya no era solo un libro o algo que no se requiere de inmediato ¿Se necesita un regalo de última hora o se está acabando la comida del perro? Amazon era ahora una alternativa a la inmediatez de las tiendas clásicas.
"En cierto modo el envío en dos días puede parecer una opción de lujo para algunos, pero creemos que puede romper muchas barreras", contaba Bezos en una llamada con accionistas en 2004. Por ende, es evidente que Prime tuvo un papel fundamental en eliminar las reticencias que se tenían sobre la compra online.
Prime, clave para el negocio de Amazon
Pero la idea vino con enormes riesgos, y estimuló la tensión dentro de Amazon. Se temía que los principales clientes de Amazon abusaran del programa y finalmente llevaran a la bancarrota a la compañía con los altos costos de envío.
Y si tenía éxito, Amazon Prime iba a significar grandes e incómodos cambios en todo, pasando por la logística, cómo la compañía cumplía con los pedidos y movía los bienes del punto A al punto B.
El instinto de Bezos, sin embargo, demostró ser muy correcto. Los miembros Prime gastaban más y compraban con más frecuencia que los no Prime. A comienzos de este año, por ejemplo, Prime se jactó de tener más de 150 millones de miembros de pago en todo el mundo.
La importancia del otro "Jeff"
Jeff Wilke es conocido como el otro Jeff de Amazon. CEO de la división de consumo de la compañía desde prácticamente sus inicios hasta 2021 -año en el que se jubilará-, él fue quien cambió varios de los procesos clave que hicieron que el sistema de envío Prime fuera una certeza. Incluso, desde la ideación hasta su puesta en marcha, apenas pararon seis semanas.
A partir de 2001, Wilke comenzó a impulsar grandes cambios dentro de la red de almacenes de Amazon. El software fue reescrito, los diseños de los almacenes fueron reajustados. Y se implementaron nuevos procesos que tomaron prestadas técnicas de ideas como la metodología de fabricación ajustada. El nuevo sistema fue apodado FastTrack.
EL servicio se expandió: hoy suma todo tipo de funcionalidades
En 2002, FastTrack estaba funcionando: El tiempo estándar de 24 horas que le tomaba a Amazon pasar de recibir un pedido a la caja que salía del almacén se había reducido, en algunos casos, a sólo tres horas.
A partir de ahí, todo el camino estaba hecho: la introducción de llamada a la acción para recibir los paquetes más rápido dios después origen a Prime, y este a su vez a los cambios de relación con los vendedores, que pasaron a dejar que fuera Amazon quien gestionara su stock a cambio de un pago.
Hoy el modelo Prime solo encuentra sus peros en el que sigue siendo uno de los mayores retos a batir por parte de Amazon: la gestión de tantos paquetes, la falta de agrupación de muchos para que llegue antes a sus compradores, se traduce en una huella medioambiental que solo en los últimos años ha intentado empezar a afrontar.