El confinamiento de la población debido a la pandemia del Covid-19 ha provocado un fuerte crecimiento del comercio electrónico. El mejor ejemplo es Amazon, que elevó sus ingresos un 27% interanual hasta 75.400 millones de dólares en el primer trimestre. Pero no es la única compañía que ha sacado partido al crecimiento de las cibercompras.
La canadiense Shopify se ha disparado en Bolsa hasta máximos históricos. Hoy, su valor de mercado asciende a u$s115.000 millones, es decir, el doble de Mercado Libre. Y creció tres veces durante la cuarentena: su acción pasó de u$s320 a los u$s960 actuales.
Shopify funciona mediante una fórmula de suscripción. El plan básico, que permite crear una web de venta online y un blog, tiene un coste de 29 dólares al mes. Conforme se añaden funciones, por ejemplo con generación de informes, el precio se eleva hasta los 299 dólares mensuales.
Durante la crisis del coronavirus, multitud de vendedores con establecimientos físicos, que ni se habían planteado abrir una cibertienda, se han atrevido a dar el paso para intentar sostener parte de su actividad comercial.
La compañía asegura que entre el 13 de marzo y el 24 de abril el número de tiendas creadas en la plataforma ha crecido un 62% en comparación con las seis semanas previas.
Además, tiene clientes de lujo: Nescafé, Tesla y Red Bull, entre otras, venden a través de esta plataforma. Y Facebook la sumó como socia para su servicio de tiendas Shops.
Cómo funciona
Cualquier empresario que haya decidido crear un comercio electrónico en los últimos años ha oído hablar de Shopify. La popularidad de esta plataforma canadiense entre los emprendedores se debe a que ha desarrollado diversas herramientas que permiten a usuarios sin conocimientos de programación ni de ecommerce crear y gestionar una tienda online con un costo inicial reducido.
El funcionamiento de Shopify es parecido a otros sistemas como WordPress o Prestashop, pero la compañía canadiense se ha especializado en la creación de comercios electrónicos. Brinda a sus usuarios herramientas que van desde la búsqueda del dominio y la creación del diseño de la web hasta el uso de distintas pasarelas de pago o la gestión del inventario y los envíos, todo desde la misma plataforma y en pocos pasos.
Además, Shopify permite a sus clientes tener un ecommerce sin inventario propio mediante el sistema de dropshipping, por el que la tienda electrónica vende un producto de un tercero y éste lo envía directamente al cliente, sin que pase en ningún momento por las manos del intermediario.
Gracias a esa adaptación, la plataforma tiene más de un millón de comercios creados a través de su plataforma, ingresos que se han multiplicado por cinco desde 2014 -año en el que salió a bolsa- y que superaron en 2018 los mil millones de dólares. Otra de las ventajas de Shopify es su precio, con suscripciones mensuales que varían entre los 29 dólares del plan básico, los 79 del medio y los 299 del avanzado.
"Se trata de ofrecer lo que hacen los grandes operadores con recursos modestos. Muchas compañías no tienen la capacidad para abordar un proceso de transformación digital, y hoy día si no me conecto no me conocerán. Estas herramientas les permiten ser competitivos en el nuevo entorno de consumo", señala Enrique Porta, socio responsable de Digital Business y sector Consumo & Distribución para KPMG España.
Impulso por el coronavirus
Este escenario ha impulsado el negocio de Shopify. En el primer trimestre, la firma disparó sus ingresos un 47% interanual hasta 470 millones de dólares, batiendo las previsiones de Wall Street. Eso sí, se mantiene en números rojos, con unas pérdidas de 31,4 millones de dólares.
La compañía, que debido a la pandemia ha extendido el periodo de prueba gratis de 14 a 90 días, advierte de que es difícil determinar cuántos de estos nuevos vendedores consolidarán su aventura online y, consecuentemente, mantendrán su actividad con Shopify.
La empresa canadiense proporciona la plataforma de venta online a más de un millón de negocios, que suman unas ventas online por valor de 155.000 millones de dólares. El grueso de sus clientes son pequeñas y medianas empresas, aunque su solución también es utilizada por marcas como Heinz o Heineken.
Shopify, que saltó a la Bolsa en 2015, ya sobrepasó el año pasado en capitalización a eBay, uno de los pioneros del comercio electrónico. La compañía, que se ha revalorizado un 86% este año, tiene un valor bursátil de más de 115.000 millones de dólares.