Esta semana, tres emprendedores cordobeses obtuvieron el Premio del Jurado en la Hackathon Unitize 2020 organizado por la San Francisco Blockchain Week, un evento global sponsoreado por partners tecnológicos de la talla de Cisco, Salesforce y la universidad de Berkeley Haas.
Javier Salomón, Mateo Hepp y Alejandro Pronotti son los responsables Digital Bridge IO, una startup que conecta redes blockchain con sistemas tradicionales. Se conocieron en la Fundación E E, donde cada uno desarrollaba distintos proyectos; al tiempo, descubrieron intereses en común y comenzaron a trabajar juntos.
El desafío de la SFBW consistía en conectar contratos inteligentes (smart contracts) con datos externos a una red blockchain, es decir, crear un puente entre sistemas tradicionales y sistemas de esta nueva tecnología.
Para ello, los argentinos desarrollaron un oráculo de segundo factor de autenticación que aumenta la seguridad de un caso de uso específico (en inglés, two-factor authentication oracle) compatible con Google Authenticator, Auth0, Microsoft Authenticator, Authy, Aegis Authenticator, entre otras.
El premio fue entregado por la empresa Chainlink, compañía seleccionada por Gartner como una de las principales empresas relacionadas a la tecnología blockchain que tiene como clientes a grandes empresas como Google, Oracle y SWIFT, entre otras.
Una tecnología que crece
Los profesionales que trabajan con blockchain son cada vez más buscados en el mercado IT. Sin embargo, muchas personas no saben a qué se refiere la palabra del momento.
La cadena de bloques es un elemento del que se habla mucho desde la aparición de las criptomonedas como Bitcoin, la más famosa, y otras como Ethereum, Litecoin o Ripple, aunque no es su única aplicación.
Esta tecnología fue descubierta en 1991 por W. Scott Stornetta y Stuart Haber, pero no se hizo célebre hasta 2008, con la llegada de la primera criptodivisa, el Bitcoin.
Sin embargo, a tenor de los datos publicados por la prestigiosa web MarketWatch, hoy en día se usa en todo tipo de aplicaciones comerciales y se espera que su utilización en el Internet de las Cosas y las instituciones financieras crezca un 51% anualmente.
En concreto, el blockchain es un registro único y consensuado que se distribuye en diversos nodos de una red. En el mundillo de las criptomonedas se utiliza como libro contable en el que registras todas las transacciones que se llevan a cabo.
El funcionamiento es complejo, pero sigue una idea básica de almacenamiento por bloque. Es decir, en cada uno de estos bloques son registrados:
- Una cantidad concreta de transacciones válidas.
- Información referente al propio bloque.
La vinculación del propio bloque con el anterior y con el siguiente con un código único similar a una huella digital.
Es decir, que, dentro de una cadena, cada bloque tiene un lugar inamovible y específico. Así, al completar la cadena, se guarda en un nodo de red que es el que conforma la blockchain completa que es almacenada como copia exacta.