El retail se ha enfrentado a todo tipo de desafíos en medio de la pandemia que se está viviendo en el mundo. Los puntos de venta se encuentran sometidos a nuevos retos de operación, mediante los cuales se busca mantener la seguridad del consumidor. Una tendencia innevitable es que ahora los puntos de venta tendrán que contar con certificaciones de operaciones para poder garantizar su capacidad y enfrentar así cualquier evento biológico.
Zara ha comenzado a dar pautas de cómo serán los puntos de venta después de la contingencia. En este caso, sus tiendas brindarán una especie de servicio personalizado para que solo un cliente pueda ser atendido por cada empleado de las tiendas en 30 minutos, luego de que los consumidores hicieron cita de forma telefónica. Esta medida se comenzará a implementar en España y es solo la punta del iceberg de las medidas que se comenzarán a implementar en el mercado.
Por su parte, McDonald’s cuenta ya con un protocolo de operación llamado "entorno seguro" y en este se han desarrollado dos fases. En la primera se incluyen todos los preparativos que se están haciendo en los restaurantes para volverlos a abrir, para poder recibir a los consumidores a través de mamparas en los mostradores de los restaurantes.
Otra de las medidas es que en la zona de drive thru se instalará un mecanismo de entrega segura, para evitar el contacto físico. En la segunda fase del protocolo se han reservado las medidas que se irán tomando ante la eventual reapertura de los restaurantes, comprendiendo el contexto que se irá presentando, para que en esa medida se vayan diseñando las soluciones.
Los desafíos de ahora en adelante para los puntos de venta tendrán que ser la de crear zonsa "libres de coronavirus", es decir, espacios que deben de contar con la certificación para atender emergencias biológicas. Esto se convertirá en una oportunidad para el desarrollo de nuevos puntos de venta y más que eso, para entender al consumidor ya no solo desde el aspecto social y económico, sino desde el aspecto biológico.