La búsqueda de una "nueva normalidad" se volvió una casi una "misión imposible" entre las empresas. Empujadas hacia un lugar desconocido e imprevisible por la pandemia del coronavirus, debieron vaciar sus oficinas, no solo por obligación, sino porque que la gran cantidad de gente que circula en espacios reducidos se convirtió en un potencial foco de contagio.
Pero, ¿qué pasa cuando el negocio es el de brindar espacios físicos para trabajar? Al ecosistema de oficinas compartidas o coworkings, la pandemia los afectó de lleno, no solo porque durante todo este período no pudieron abrir sus puertas, sino que ven un futuro difuso en el horizonte.
"No esperábamos la magnitud de la pandemia. Muchos subestimamos el impacto real y no creíamos que fuera tan transformador", confiesa a iProUP una alta fuente del sector. Si bien la vuelta a las oficinas es una realidad cercana, las empresas ya se preguntan desde el inicio del brote de qué forma lo harán y qué cambiará en este nuevo proceso.
Un escenario complejo
La pandemia impactó inmediatamente en este mercado. Al cerrar sus puertas, los coworkings vieron cómo se cortó su fuente de ingresos desde la raíz, principalmente porque su negocio radica casi exclusivamente en el arrendamiento de espacios de trabajo individuales o a empresas.
Tal es así que fuentes de la industria aseguran que muchos cerraron sus puertas de forma definitiva por no poder "bancar" los gastos. Incluso, varias cadenas locales están "evaluando el momento" para decidir sus próximas acciones y no disimulan su preocupación. Con un futuro incierto y sin fecha exacta para volver a la rutina habitual, caminan por la cuerda floja.
"A medida que se fue acercando la cuarentena se fueron cancelando las distinas actividades. Nuestra comunidad comenzó a reducir sus reuniones y asistencia. Hemos tenido una considerable baja debido a la situación económica y vieron la factibilidad de continuar sus tareas desde sus casas", explica a iProUP Edith Paliza, cofundadora del Obelisco Cowork, ubicado en el epicentro porteño.
Desde HIT aseguran que entienden el contexto y que saben que pueden haber "problemas en la cadena de pagos". Es por eso que dialogan "muy de cerca" con los clientes para evaluar cada situación particular: " tuvimos que hacer algunos ajustes para acompañar algunos clientes con su dificultad financiera, y también recibimos apoyo por parte de nuestros locadores. Eso nos permitió mantenernos en márgenes positivos", explica Iskin.
A diferencia de otros coworks, HIT enfoca gran parte de su servicio en el alquiler de espacios flexibles para empresas del rubro de la innovación, como Accenture, Nubank, Naranja X, Banco del Sol (la fintech de Sancor Seguros), Techint, Shell y el unicornio brasileño Wildlife.
Muchos de esos clientes se vieron hasta favorecidos por una mayor demanda de servicios digitales –especialmente, de las fintech–, lo que permitió que la firma de coworking siguiera recibiendo ingresos y no sufriera un corte abrupto de su cadena de pagos.
WeWork es, a nivel global, el jugador más importante, a pesar de sus últimos encontronazos con Softbank y su delicada situación financiera. En la Argentina, tiene seis edificios que están siendo adaptados a la nueva era: se incorporaron medidas internacionales de seguridad e higiene y ya se están evaluando nuevas tecnologías de ingreso y control para la prevención.
"Tratamos de apoyar a cada miembro en esta situación sin precedentes, entendiendo que cada empresa enfrenta desafíos inesperados para adaptarse a la situación en tiempo real", confían fuentes de WeWork a iProUP. Además, revelan que mantuvieron una "comunicación personalizada y abierta" con sus clientes para entender su situación y brindarle alternativas a cada uno.
Los espacios de trabajo ya están siendo preparados para lo que viene.
"Estamos a mitad de camino, evaluando posibles acciones una vez que comience nuestra actividad. También estamos apuntando a tejer alianzas y unidades de negocios complementarias, ya que todavía es incierto cuándo podremos retomar las actividades", suma Paliza.
Más allá de haber perdido su foco principal, los coworks se ven obligados a replantear opciones para sobrevivir. En este sentido, empezaron a surgir, como en muchos otros ámbitos, distintas actividades alternativas y complementarias al foco principal de negocio, pero facilitadas por la virtualidad.
En este sentido, HIT diagramó un abanico de acciones para mantenerse conectado con sus clientes:
- Les llevó una silla ergonómica y un kit de trabajo remoto a la casa de todos los miembros de las empresas cliente
- Ideó una plataforma similar a Zoom, pero propietaria de la firma, para recrear las "salas de reuniones", pero de forma virtual
- Generó capacitaciones en liderazgo
- Creó un espacio virtual de encuentro en formato para que los líderes de los departamentos de recursos humanos entren en contacto entre sí
- Comenzó a trabajar con el equipo en la creación de contenido digital de entretenimiento
- Organizó eventos virtuales apuntados a trabajar el aspecto personal y también en el desarrollo de proyectos
- Brindó clases de fitness, mindfulness, yoga, cocina, entre otros
- Armó una campaña en redes por la cual comparte tips de teletrabajo, charlas abiertas a la comunidad, así como contenido de entretenimiento y desarrollo personal
"Hacemos todo lo que podemos. Pensamos qué puede necesitar una persona en su casa, buscamos aportarles algo distinto, de valor y útil, aunque no tenga que ver necesariamente con lo que nosotros solemos realizar", explica a iProUP Ayelén Culaciati, directora de comunicación y marketing de HIT.
Este sentido de comunidad también lo comparte Paliza: "Tenemos una dinámica muy cercana, pero buscamos que nuestro servicio pase por un contacto personal con ellos. Buscamos colaborar con su empresa o emprendimiento generando posibilidades para que amplíen su red de contactos, inclusive desde sus casas".
Lo que viene
El distanciamiento físico hace del regreso a la oficina un verdadero reto para todos, en el que se deberán cumplir estrictamente ciertos protocolos otorgados por las entidades locales de salud. "El mundo va a cambiar y la forma en que trabajamos también", señalan en WeWork. Por eso, desde la firma están trabajando en base a tres pilares:
- Distanciamiento social: se prioriza el espacio personal basado en el rediseño y la redistribución de las áreas comunes y puestos de trabajo, que les permita a los equipos continuar operando y mantener una separación física apropiada entre colaboradores y otros miembros
- Salubridad: se trata de una mayor sanitización, para lo cual han adaptado y aumentado las medidas de limpieza e higiene en las áreas
- Señalética orientativa: comunican normas de higiene para reforzar estándares de aseo y protocolos sanitarios, que sirvan de guía para miembros e invitados sobre cómo ubicarse de manera segura
"Con el asesoramiento de firmas líderes en ingeniería, estamos tomando medidas inmediatas para brindar protección, proveyendo del aire más fresco y limpio, mediante un dispositivo que proporciona y distribuye aire como parte de un sistema de climatización", adelantan desde WeWork.
Por su parte, en HIT ya están definiendo un nuevo protocolo para la gestión de los espacios de trabajo, orientado en tres ejes, siempre basados en las medidas de las autoridades locales:
- Ingreso: se chequeará la temperatura con un termómetro infrarrojo, mientras que ya se están evaluando la incorporación de cámaras térmicas en cada uno de los edificios. Además, para fichar se descarta el uso de huellas digitales para volcarse al reconocimiento facial
- Higiene y limpieza: se dispondrán mamparas para recepciones, espaciarán puestos, restringirá el total de personas que ingresen y se usará señalética para advertir sobre el distanciamiento y el lavado de manos. También se intensificará la desinfección de superficies, escritorios y espacios compartidos, y se incorporarán alfombras sanitizantes y tecnología para mejorar el flujo de aire.
- Caso sospechoso puertas adentro: si alguien ingresa sintiéndose bien y comienza a tener fiebre, la empresa tomará medidas para cuidar su salud y la del resto a partir de un protocolo especial
"El criterio es seguir las directivas del Ministerio de Salud. Estudiamos todas las posibilidades para construir nuestro protocolo. Igualmente, cada edificio repasará los procedimientos porque hay algunas particularidades que pueden servir para uno, pero no para otro", agrega Culaciati.
En este nuevo escenario, las compañías no solo buscan transformar sus espacios de trabajo sino que ya empiezan a evaluar alternativas para diversificar sus negocios en la era post pandemia. "Se viene una transformación muy importante. Desde HIT vemos un esquema donde las oficinas van a flexibilizarse, y aparecerán nuevos usos combinados de oficinas policéntricas y soluciones de trabajo remoto complementarios", asegura Iskin.
Además, explica que, en su visión, bajará la densidad de la demanda de soluciones tradicionales y se reducirán los contratos, pero las soluciones flexibles crecerán exponencialmente. "Es el momento de que las empresas se den cuenta de que estas soluciones llegaron para quedarse, especialmente porque no saben lo que sucederá en los próximos años", concluye.
De cara al futuro, con una recesión económica global y la incertidumbre de frente, las oficinas se verán definitivamente transformadas. La pandemia servirá para comprobar cómo las se adaptan a nuevas modalidades y se reconvierten para flexibilizar sus procesos a la era digital.