La visita de Marcos Galperin a Alberto Fernández, horas después de que el actual mandatario argentino obtuviera una amplia diferencia de votos en las PASO frente a Mauricio Macri, presagiaba al menos una "transición ordenada" para el empresario más poderoso del país.

El fundador y CEO de Mercado Libre fue, entre 2015 y 2019, férreo defensor de las políticas de Cambiemos, llegando incluso a fiscalizar para ese partido en los comicios. 

El triunfo de la coalición Frente de Todos fue, en ese sentido, un "baldazo de agua fría" para un ejecutivo forjado bajo la concepción pro-mercado y pro-competencia, y lo obligó a acercar posiciones en pos de un armisticio que blindara a su empresa de cualquier tipo de revanchismo.

 

Este periodo de paz duró apenas un suspiro: desde el 10 de diciembre a la fecha, Mercado Libre estuvo en el ojo a la tormenta a raíz de: la nueva normativa para fintech implementada por el Banco Central, la confección de un proyecto de Ley que reemplaza la actual legislación sobre Economía del Conocimiento, y -acaso lo más importante- la denuncia a Galperin y todo el directorio de la empresa por la venta masiva de títulos Lecaps apenas 12 días antes del reperfilamiento de estos títulos.

Si bien desde la compañía lo niegan, puertas adentro hablan del hartazgo del ejecutivo más exitoso del país, que comanda un gigante que ostenta una valuación de u$s36.500 millones, diez veces más que YPF. Lo cierto es que un día Galperin dijo "basta" y volvió a Uruguay, tierra que abandonó en 2015 para volver a instalarse en Buenos Aires, en pleno ascenso al poder del macrismo.

La mudanza a su mansión en Carrasco se hizo pública a mediados de febrero, cuando el Boletín Oficial dio a conocer su renuncia como presidente de la filial argentina de Mercado Libre. Se trataba, en rigor, de un puesto casi simbólico, ya que desde hacia mucho tiempo había delegado funciones de mando en el país para concentrarse en las operaciones continentales del gigante de ecommerce que supo construir.

Las versiones respecto de los motivos de su "exilio" son varias, pero todas reflejan el hastío de un empresario que odia la exposición pública y que, por la propia dinámica de la vorágine política argentina, quedó en el centro de la escena. La solución fue alejarse del bullicio local en busca de aguas más calmas en la rivera montevideana. Desde allí, Galperin avanza en su plan de acción 2020, proyecto que, a priori, parece tenerlo lejos de Capital Federal. El primer paso es una inversión de u$s100 millones en Chile, una apuesta fortísima de Mercado Libre que incluye el desarrollo de un centro de distribución (CD) y la apertura de oficinas en el país trasandino.

En un marco de incertidumbre local, la firma parece decidida a crecer fronteras afuera. Lejos de las trabas burocráticas y de una incómoda guerra fría con la administración de Alberto Fernández, la solución reside en una expansión regional ajena a cualquier traba "made in Argentina".

Con Brasil, México y Colombia consolidados, ahora los ojos están puestos en el mercado chileno, donde la coyuntura albiceleste no agita el avispero; donde ni el kirchnerismo, Marijuan, Grabois o Moyano puedan perturbar el negocio de una de las compañías más pujantes de América Latina.

Negocios trasandinos 

La apuesta de Galperin por desarrollar el mercado chileno no es casual: con casi seis años de operaciones, el país trasandino aparece como una gran oportunidad en el horizonte para expandirse.

Por eso, Mercado Libre confirmó que desembolsará u$s100 millones a partir de este mismo mes -con una planificación a dos años- para consolidar su presencia. Se trata de la mayor apuesta en Chile. Como parte de este plan, abrirá nuevas oficinas y su primer centro de distribución, similar al que la firma tiene en México, Brasil y Argentina.

"Muchas de las compañías que venden a través de nosotros han tenido crecimientos en promedio de un 80% cada año, lo que ha provocado que en muchos casos se les haga difícil mantener la calidad de servicio en las entregas", explica Alan Meyer, el director general de Mercado Libre Chile.

Y ahí entra en juego el nuevo centro de distribución: "Ese espacio servirá para manejar los inventarios de las firmas que trabajan con nosotros y permitir una capacidad de escalabilidad a los sellers en ventas y entregas".  

Además, confirmó que parte de este desembolso está apuntado a subsidiar los envíos gratis a todo Chile y el financiamiento gratuito (hasta seis cuotas sin interés), como también programas de protección al comprador, mejoras tecnológicas en la plataforma, el "plan de lealtad".

Pero la parte más jugosa de la inversión se destinará al desarrollo de su centro de distribución (CD). El proyecto estará compuesto de dos fases, en búsqueda de replicar el modelo funcional de lo que sucede en La Matanza. 

La primera consistirá en una "operación transitoria", con un CD de 10.000m2 operada por un tercero. En la segunda etapa, que comenzará en 2021, la empresa se trasladará al "centro definitivo", un espacio con 25.000 metros cuadrados.

Cabe destacar que la plataforma alcanzó las 400 tiendas oficiales y cerró 2019 con número inéditos para el país, con un crecimiento del 50% en la venta de productos y récords de visitas y tráfico, a pesar de las turbulencias sociales que atraviesa Chile desde fines del año pasado.

En Argentina, el CD de La Matanza -espacio elegido de forma estratégica por su cercanía a la Autopista Richieri y su fácil acceso a Capital Federal, el Aeropuerto de Ezeiza y el Centro de distribución del Correo Argentino- tiene 65.000m2 de superficie, procesa 330.000 paquetes por día, tiene 200 empleados y un tráfico de 74 camiones por hora. 

Para su desarrollo, el unicornio invirtió unos u$s71 millones para la automatización de toda la operación y se unió a Plaza Logística que, por su parte, desembolsó $615 millones para el desarrollo inmobiliario.  

La inversión de Marcos Galperin lejos está de ser azarosa. Más bien, busca "marcarle" la cancha a Amazon, su rival más temido, al ver cómo sigue avanzando en Latinoamérica.

Si bien el sistema fullfillment no fue inventado por Amazon, lo cierto es que fue el que más lo aprovechó en la era del comercio electrónico. También es utilizado por Alibaba, el gigante del eCommerce oriental, y otros grandes jugadores del sector.

Se trata de un modelo en que los vendedores de la plataforma, mediante algún tipo de suscripción (Amazon lo usa para clientes "Prime"), almacenan en sus instalaciones su mercadería. Con este sistema, en el establecimiento del conurbano bonaerense se puede clasificar, inventarear y despachar de manera automática –y en tiempo récord– miles de productos provenientes de quienes venden en la plataforma de modo tal que les lleguen a los respectivos compradores en menos de 48 horas.

Argentina, apenas 20% del negocio

Si bien la empresa navega por aguas relativamente calmas, fruto de su supremacía en los negocios de eCommerce y fintech (en ambas es líder en la región), ha tenido que sortear más de un dolor de cabeza en lo que va de 2020.

Recientemente, cerró el cuarto trimestre de 2019 con u$s674 millones de ingresos netos:- Brasil fue, nuevamente, el mercado más importante para Galperin, con nada menos que el 63% de ese total- Argentina, por su parte, subió al segundo lugar (20%) - México cerró el podio (12%)Esas tres plazas acaparan el 95 por ciento.

Sin embargo, no todos los números fueron positivos. El déficit en 2019 fue casi 5 veces más alto que en 2018. Pese a facturar u$s2.300 millones en el año fiscal (alza del 60% interanual), perdió u$s172 millones, ya que sus costos operativos crecieron de u$s766 millones a u$s1.255 millones.

Por ahora, estos números no complican la operatoria, ya que se encontraban dentro de lo proyectado. Sin embargo, los directivos miran con detenimiento lo que pase en el plano local, donde la proyección contempla sumar más de 1.000 nuevos puestos a lo largo de 2020.

Su nuevo director para Argentina, Juan Martín de la Serna, no cambió el rumbo y es difícil que lo haga, al menos en el corto plazo. A la espera de una resolución de la nueva Ley de Economía del Conocimiento, la empresa apuesta no salir afectada con la nueva norma, que busca equilibrar la balanza para las Pymes tech.

Tal como anticipó iProUP, una de las clavijas que se ajustará más fuertemente en el "ecualizador" de medidas de la nueva Ley del Conocimiento es el de la equidad. Es decir, que los beneficios tengan mayor impacto en las pequeñas y medianas compañías pero sin perjudicar a los unicornios.

En este sentido, la nueva iniciativa busca flexibilizar los requisitos para las pequeñas y medianas empresas puedan acceder al régimen de promoción con ventajas similares a las grandes.

Desde el Gobierno aseguran que el objetivo no es perjudicar a Mercado Libre, pero más de un especialista considera en off que el nuevo proyecto tiene un objetivo primordial: limitar el poder de fuego de la compañía.

Por otro lado, el avance del Banco Central sobre las fintech se plasmó en una nueva regulación que establece que estas empresas deberán inscribirse antes del 1° de abril de 2020 en un registro formal de proveedores y encuadrarse en un régimen informativo y de vigilancia para monitorear su evolución.

Entre la cautela y los comentarios en off, los financieros "tech" se adaptan al ritmo de la nueva cúpula del Central. El miedo inherente es que la regulación no se transforme en un nuevo campo de batalla contra Mercado Libre.

Galperin, mientras tanto, se refugia en la parsimoniosa paz de Montevideo, su hogar durante 14 de los últimos 18 años, donde apuesta a mantenerse lejos del radar argentino y, en un escenario de tranquilidad, enfilar las naves hacia nuevos mercados, más libres que aquel que lo vio nacer en 1999.

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