Pavel Durov, fundador de Telegram, emitió una declaración donde describió su reciente arresto en Francia como un error y criticó el uso de "leyes obsoletas" para imputarle delitos relacionados con su plataforma.
Durov, quien fue liberado tras pagar una fianza, cuestionó la aplicación de normas anticuadas en un contexto tecnológico moderno y denunció que se le responsabiliza por acciones de terceros en su servicio de mensajería.
Además, anunció modificaciones en las políticas de privacidad y seguridad de Telegram.
Pavel Durov, el fundador y director ejecutivo de Telegram, se pronunció públicamente por primera vez tras su reciente liberación del arresto en Francia, el cual calificó como "equivocado".
Durov enfrentó acusaciones de complicidad en actividades ilegales realizadas por terceros en su plataforma de mensajería, y fue liberado tras pagar una fianza de cinco millones de euros.
En su declaración, Durov negó las afirmaciones de que Telegram es un "paraíso anárquico" para delincuentes, destacando que su equipo elimina millones de publicaciones y canales nocivos a diario.
Además, el empresario criticó el manejo de su arresto, señalando que las autoridades francesas podrían haber contactado directamente a Telegram o a su representante legal en la Unión Europea para aclarar cualquier inquietud.
Durov argumentó que usar leyes obsoletas para acusar a un director ejecutivo por delitos cometidos por usuarios en su plataforma es una estrategia inapropiada.
En su comunicado, Durov también enfatizó que las prácticas establecidas en tales casos implican acciones legales contra el propio servicio en lugar de responsabilizar a los ejecutivos.
Su defensa subraya la disconformidad con la forma en que se manejó la situación, y reafirma el compromiso de Telegram con la seguridad y la moderación de contenido.
En el marco de un debate sobre la responsabilidad de Telegram en relación con los delitos cometidos a través de su plataforma, Pavel Durov, su fundador y CEO, se comprometió a realizar mejoras significativas.
Durov mencionó que el drástico aumento en el número de usuarios de Telegram, que ha alcanzado los 950 millones, ha causado desafíos de crecimiento que permitieron a algunos delincuentes explotar la plataforma para actividades ilícitas.
En respuesta, Durov ha establecido como meta personal asegurar que se realicen mejoras sustanciales para abordar estos problemas, y anunció que próximamente compartirá detalles sobre los avances en esta área.
El CEO explicó que la política de la plataforma de no revelar mensajes privados, ni siquiera ante autoridades judiciales, está fundamentada en su principio de proteger a los usuarios de regímenes autoritarios.
Esta política ha llevado a la prohibición de la aplicación en países como Rusia e Irán.
Durov destacó que Telegram está dispuesto a retirarse de mercados que no respeten sus principios fundamentales de privacidad, señalando que la empresa no prioriza el lucro sobre la protección de sus usuarios.
Enfatizó que la empresa cesará sus operaciones en países donde no se pueda encontrar un equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad en colaboración con los reguladores.
Las recientes declaraciones de Pavel Durov, fundador de Telegram, se han producido en paralelo a una revisión en los términos de uso de la aplicación.
Anteriormente, el apartado de "preguntas frecuentes" de Telegram afirmaba que los chats, tanto privados como grupales, eran completamente confidenciales y no se procesaban solicitudes relacionadas.
Sin embargo, la empresa ha actualizado esta política para incluir una nueva definición que permite a los usuarios reportar contenido ilegal mediante botones de "Denunciar".
La modificación incluye también nuevas directrices para la realización de denuncias, subrayando un cambio en la política de manejo de contenido.