Elon Musk, el magnate fundador de Tesla y SpaceX, reinició su batalla legal contra OpenAI, la empresa desarrolladora de la inteligencia artificial, ChatGPT.
En su demanda inicial contra el grupo, Musk sostuvo que la asociación de OpenAI con Microsoft se dio con el mero objetivo de beneficiar financieramente a la multinacional de software.
Ahora, el multimillonario presentó una nueva demanda acusando a los ejecutivos de OpenAI, Sam Altman y Greg Brockman, de traición y fraude.
Según Musk, los cofundadores de OpenAI habrían "manipulado la dirección de la empresa", y la habrían desviado de su misión original de investigación de inteligencia artificial con fines humanitarios.
El empresario expresó que la misión inicial era "garantizar que la inteligencia artificial se desarrollara de manera segura y ética", un objetivo que considera traicionado por los actuales líderes de la organización y que se tratan de cambios con implicancias negativas para el desarrollo de la IA y su impacto en la sociedad.
Musk alega que Altman y Brockman lo engañaron al convertir OpenAI en una entidad con fines de lucro, en lugar de mantener su estatus sin ánimo de lucro, que era la intención inicial al fundar la organización.
El magnate subrayó que estos cambios se realizaron sin su consentimiento, algo que considera un engaño de proporciones "shakesperianas", y que se trata de "una historia clásica de altruismo versus avaricia", resalta la demanda presentada en un tribunal federal del estado de California.
La demanda también incluye acusaciones de conspiración, donde Musk insinuó que los ejecutivos de la compañía manipularon la estructura para su propio beneficio financiero. Esta acción legal ocurre solo dos meses después de que el multimillonario retirara una demanda similar.
El magnate había sido parte de la empresa desde su fundación en 2015, pero 3 años después decidió dejarla, justamente debido a desacuerdos y preocupaciones sobre la dirección en el manejo de la firma de IA.