Hoy por hoy, al momento de analizar determinados contextos, los datos cobraron una importancia y enfoque fundamental en la vida de las personas. En otras palabras, juegan un papel en el que, a través de diversas tecnologías, se logra proporcionar información objetiva y basada en evidencia que actúa como complemento frente a la toma de decisiones en escenarios complejos.

Linked Open Data (LOD), o datos abiertos enlazados, permite identificar bancos de datos de carácter público.

Se encuentran en formatos estándares que pueden ser interoperables por diversos softwares o bien motores de bases de datos, permitiendo, además del intercambio y reutilización, una adecuada implementación en su integración de sistemas.

El valor agregado de los LOD en la web está en constante crecimiento y experimenta un auge significativo en el ámbito digital, donde se integran diversas entidades gubernamentales y privadas de todo el mundo.

Esta técnica facilita la interconexión de datos procedentes de múltiples fuentes mediante tecnologías de la web semántica, diseñadas para ofrecer información personalizada a los usuarios.

Se utiliza un estándar establecido por la W3C, conocido como RDF (Resource Description Framework), fundamental en la web semántica, para describir meta-data de los datos y representar así la información.

El gran potencial de los LOD radica en la capacidad de visualizar información interrelacionada, lo que proporciona una perspectiva más amplia sobre un determinado contexto y facilita un análisis más completo de los escenarios mediante la relación de datos a datos, es decir, a través de la conocida web de datos.

La siguiente Figura muestra una nube de datos abiertos enlazados entre sí, y su forma de enlace con cada uno.

En el campo de la salud, este enfoque puede resultar beneficioso en la investigación de una amplia variedad de temas.

Puede utilizarse para integrar y analizar información médica relacionada con diagnósticos, tratamientos y prevención de enfermedades, así como para abordar cuestiones de salud pública, como factores que influyen en la calidad de vida y el bienestar físico y mental general de las personas.

Las enfermedades infecciosas, que pueden desencadenar brotes, abarcan virus, bacterias y otros agentes patógenos. Entre los ejemplos más relevantes se incluyen la gripe, el COVID-19, la tuberculosis, el sarampión, entre otras.

La utilización de datos abiertos vinculados podría conducir a avances significativos en el análisis de los factores que influyen en la propagación dentro de una comunidad, así como en la evaluación de posibles predicciones basadas en la correlación de datos con otros.

El empleo de datos estadísticos a nivel internacional complementa la toma de decisiones sobre los escenarios que podrían facilitar el descubrimiento predictivo de patrones o tendencias en los desafíos relacionados con esta temática.

Algunos de los sitios web destacados son: la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se puede acceder a una amplia variedad de datos y estadísticas sobre enfermedades infecciosas, desglosadas por región; y Eurostat, que ofrece estadísticas sobre salud pública y enfermedades en los países miembros de la Unión Europea.

Todos estos datos podrían integrarse mediante la tecnología RDF, que utiliza un marco de descripción de datos para proporcionar información adicional mediante una estructura específica. El RDF se basa en el concepto de "tripleta", que vincula un sujeto, un predicado y un objeto. Esto se logra mediante palabras clave que permiten enlazar la información a través de la web.

A modo de conclusión, la aplicación de técnicas avanzadas de análisis de datos en modelos predictivos, focalizados en datos abiertos enlazados para estudios sobre brotes de enfermedades infecciosas, tendría un impacto significativo en la detección, control y prevención de enfermedades.

Esta integración y compartición de datos capacita tanto a investigadores como a profesionales de la salud para reaccionar con celeridad ante brotes emergentes, lo que permite controlar la propagación de enfermedades y reducir su impacto en la salud pública.

En definitiva, esta estrategia promete mejorar sustancialmente la capacidad de respuesta ante desafíos epidemiológicos, contribuyendo así a la protección y bienestar de las comunidades a nivel global.

*Por Roxana Martínez, docente investigadora de Ingeniería en Informática en UADE 

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