El Monotributo, también conocido como régimen simplificado de pago de impuestos, es una categoría a la que pueden acceder los pequeños contribuyentes, la cual unifica el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a las Ganancias en una única cuota fija.
Con un total de 11 categorías de Monotributo, de acuerdo principalmente a la facturación anual y al tipo de actividad que se lleva a cabo, la categorización incluye aportes para la jubilación y la obra social y está dirigido a contribuyentes que desarrollan actividades como comercio, prestación de servicios e industria.
Para este 2024, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) estableció un sistema que permite a quienes integran la categoría, poder cumplir con sus obligaciones fiscales de forma simplificada, para que cada persona perteneciente al segmento pueda cumplir con todas las obligaciones fiscales de manera adecuada
Para muchas personas, sin embargo, el proceso de determinar la categoría correcta puede ser confuso. A continuación, una guía para conocer la categoría de monotributo correspondiente.
El primer paso para determinar la categoría de Monotributo es calcular los ingresos brutos anuales. Para ello, se debe multiplicar la facturación mensual por los 12 meses del año calendario.
De esta manera, el contribuyente obtendrá un estimativo de la facturación anual que genera a través de su trabajo.
El segundo criterio que AFIP utiliza para la categorización es la superficie afectada a la actividad económica. Esto se refiere a los metros cuadrados del espacio utilizado exclusivamente para el negocio o profesión.
Cada categoría puntual cuenta con sus requisitos específicos detallados en el sitio web de AFIP.
Otro factor determinante es el consumo de energía eléctrica anual. Para ello, se debe sumar el consumo de todos los meses del año y compararlo con los valores de referencia establecidos por AFIP.
Finalmente, una vez determinada la categoría, el usuario deberá registrarse o actualizar su información personal en el portal de AFIP, un trámite que se realiza en línea y es crucial para mantener la situación fiscal en orden y evitar posibles sanciones.
Estas son las escalas establecidas por AFIP, que cada contribuyente puede consultar, con sus respectivos valores vigentes:
Para saber si corresponde una recategorización se debe tener en cuenta la actividad de los últimos 12 meses respecto a la facturación o alguno de los parámetros empleados para el encasillamiento, como la superficie afectada, los alquileres devengados anualmente o el consumo de energía eléctrica.
Si los parámetros analizados superan o son inferiores a los de la categoría vigente, corresponde llevar adelante la recategorización.
El importe correspondiente a la nueva categoría se abonará al mes siguiente a completado este proceso.
En caso de que hayan transcurrido 6 meses o menos de la inscripción en el Monotributo, no corresponde hacer la recategorización.