Tesla, la reconocida marca de autos creada por Elon Musk, realizó un giro en su negocio y comenzó a apostar por la robótica y la inteligencia artificial.
La noticia salió a la luz luego de que la compañía comenzara a incursionar en el mundo de los vehículos eléctricos.
El motivo de este cambio fue neutralizar la gran caída de acciones que sufre la empresa desde el comienzo del 2024.
Esto refleja la desconfianza de los grandes inversores institucionales ya que lo consideran un valor sin fundamento real.
Según confirmó la CNBC, en diciembre Musk encargó a Nvidia procesadores de inteligencia artificial que estaban destinados a los vehículos eléctricos.
Esto fue una señal para responder a las expectativas de aquellos que consideran que la estrategia de Tesla está desgastada y su valoración alcanzó su máximo.
En lo que va de 2024, la caída total es de 30% y sus papeles valen prácticamente la mitad del máximo obtenido en la empresa.
Esto generó una caída de u$s600.000 millones en el mercado.
John Belton, gestor de cartera de Gabelli Funds que vendió una participación a Tesla equivalente a 65.900 acciones, expresó su opinión con respecto a la empresa.
"Creemos que las acciones funcionan mejor cuando los fundamentos de las automotrices están más cercanos a la realidad y justifican sus precios", comentó Belton.
"Empezamos a sentir que los fundamentos se estaban separando de la realidad", concluyó el empresario.
En los últimos cinco años, las acciones de Tesla aumentaron 14 veces, esto logró que la empresa hoy tuviera restos para poder abordar el periodo de baja y aceptar valoraciones que están en la línea de las empresas tecnológicas antes que con las de fabricantes de autos.
Hoy en día, el mercado considera que la expansión del negocio llegó a un límite y que las acciones entraron en una zona riesgosa.
Este jueves cerró a u$s178.200 con una suba de 1,8%.
De todos modos, Tesla es aún el fabricante más valioso del mundo, con una capitalización de mercado de casi u$s570.000 millones.