Cada segundo martes de febrero se celebra, desde 1997, "El Día de Internet Segura", para impulsar, informar y educar un uso responsable, respetuoso, crítico y creativo de la red.
Los últimos estudios del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales de la Universidad Austral (Ocedic), en la Argentina en 2022 se registraron 4.800 fraudes mensuales promedio, un aumento casi del 200% respecto al año anterior.
Estafas en Whatsapp, phishing, usurpación de identidad y "cuento del tío 2.0", son las diversas modalidades de estos robos, que recaudaron un monto aproximado de $1.200 millones.
Datos a nivel mundial revelan que, desde el inicio de la Pandemia de Covid-19, los ciberataques aumentaron un 80%.
Y mientras se estima que una organización será víctima de un ataque de ramsomware cada 11 segundos, la ciberdelincuencia tiene un costo de u$s11.4 millones por minuto.
La seguridad en Internet se vuelve fundamental
Gran escala
Por su parte, un reciente reporte de F5 predice que el enfoque de los ataques este año estará dirigido hacia la exfiltración o robo de datos a gran escala.
La crítica situación geopolítica promueve esta tendencia creciente a través del ransomware, dirigida directamente a bases de datos que, una vez en sus manos, los ciberdelincuentes pueden monetizar a través de múltiples recursos.
La extorsión a la organización violada pidiendo un rescate o amenazando con liberar la propiedad intelectual son los focos principales del ciberdelito.
Por ejemplo, el atacante puede presionar a entidades de gobierno y también generar recursos económicos.
Existen casos destacados a nivel global entre naciones que motivaron al uso de la presión política y la implementación de una legislación sobre las criptomonedas para limitar este accionar delictivo.
Posibles ataques
Concientizar a usuarios
La observación de actividades maliciosas por parte de F5 detectó que los atacantes sólo hacen cambios significativos en sus operaciones cuando se ven obligados por la mejora de los controles de seguridad que utilizan todos los usuarios.
Sin embargo, ni las mejoras graduales en la tecnología ni la presión geopolítica por sí solas marcan una diferencia significativa en muchos de los ataques que enfrentamos, en particular los que se dirigen directamente al usuario final.
Federico Aragona, especialista y Director de Ventas Regional de F5 LATAM, enfatiza en la necesidad de concientizar a usuarios y empresas para alcanzar un mundo digital.
"El eslabón más débil en términos de seguridad son los usuarios, que van a utilizar los servicios y las aplicaciones y que no cuentan con los conocimientos mínimos", comenta.
Aragona explica que "hay estudios que indican que el 97% de la población mundial no sabe reconocer, por ejemplo, lo que es un Phishing".
Es decir, se trata de un tipo de fraude que emula ser un contacto de una entidad, como por ejemplo un banco, para que los usuarios accedan a un link y les roben sus credenciales.
Y añade: "Algo tan simple como no poder distinguir si un correo que estamos recibiendo es genuinamente de un banco para acceder a un link permite que los ciberdelincuentes se queden con todas nuestras contraseñas".