"Super Pumped: The Battle for Uber" (en español, "La batalla por Uber: una ambición desenfrenada", por editorial Catarata, España), es el libro del redactor de tecnología en The New York Times, Mike Isaac, que repasa la historia de la empresa de coches con conductor a partir de más de 200 entrevistas.
"A las empresas de Silicon Valley se las presiona a pasarse de la raya, a transgredir las normas (...). La diferencia entre Uber y el resto está en esa cultura: aquí está la raya y Uber se la salta", cuenta Isaac en una entrevista, preguntado por lo que más le ha sorprendido de todos los episodios que descubre en el libro.
En él, el periodista analiza la historia de la compañía —que ya se ha expandido a más de 70 países, a pesar de no haber logrado su rentabilidad, y que lleva un año y medio cotizando en bolsa—, pero también multitud de escándalos, muchos de los cuales no han trascendido tanto a este lado del Atlántico, aunque, según Isaac, han sido comunes en la mayoría de sitios donde Uber opera.
Estas son algunas de las cosas que se cuentan en el libro y que probablemente no sabías sobre Uber:
Beyoncé dio un concierto privado para los empleados y cobró en acciones
Aunque no se sabe qué pasó con ellas, pero, de haberlas vendido cuando Uber salió a bolsa, habría ganado 270 millones de dólares.
Su actuación fue parte de la celebración por haber llegado a los 100.000 millones de dólares en ingresos, que costó 25 millones de dólares
La compañía pagó billetes de avión para que los casi 5.000 empleados asistiesen al guateque en Las Vegas y les dio tarjetas Visa para sus gastos.
"En una celebración anterior, la de Miami de 2013, hubo tres normas claras: no lanzar barriles por la ventana, no vomitar en las habitaciones, bajo multa de 200 dólares, y no mantener relaciones sexuales entre empleados, salvo que ambos dijeran explícitamente '¡SÍ! Tendré sexo contigo'", recoge la periodista Analía Plaza.
Dara Khosrowshahi, CEO Uber
El fundador de Uber Travis Kalanick fue amigo de Mark Zuckerberg
Pero no sabemos si lo siguen siendo. Así aparece en el documental La red social, en el que se ve cómo Kalanick llevó a Zuckerberg a una fiesta en Nueva York tras su primer encuentro con Sean Parker.
Los incidentes de la empresa se fueron de las manos: hubo jefes que restregaron la cara de una niña en una pila de cocaína
"En otro incidente, una trabajadora sintió miedo de que la violaran y su jefe le escribió un mensaje que decía 'No te preocupes, pagaremos todas tus facturas médicas'", explica el autor en una entrevista en la revista New York.
"[En el libro] voy historia tras historia sobre cosas muy preocupantes, pero creo que para mí el punto fue mostrar que la cultura de una compañía es importante desde el principio y que las cosas pueden ponerse bastante feas e irse de las manos si no le prestas atención a eso. Y eso se multiplicó en docenas de ciudades en todo el mundo".
También era habitual que los jefes acudieran a clubs de striptease a cargo de la compañía
Denominaban estos gastos Tits on Travis, indicando que iban a cuenta del jefe.
Uber saltó a los titulares después de un viaje a Corea del Sur en el que el CEO y varios empleados acabaron en un club
El incidente fue reportado a recursos humanos por un trabajador y la compañía fue acusada de fomentar un entorno laboral machista y misógino. No está claro quién pagó esa noche de karaoke y escorts ni cómo se resolvió el asunto.
También cuando una ingeniera escribió un libro sobre el machismo en la empresa
Susan Fowler cuenta en "Whistleblower: My Journey to Silicon Valley and Fight for Justice at Uber" cómo sacudió de arriba abajo una de las mayores startups del planeta a raíz de una entrada de blog sobre su experiencia trabajando allí.
La compañía de servicios de movilidad urbana ha sido blanco de varios escándalos
Kalanick escribió una carta en la que explica en lo que ha fallado como CEO y reconoce los problemas que creó dentro de Uber
El fundador se explicaba en unas 2.000 palabras, pero no llegó a enviar el texto porque el consejo de administración lo echó antes —así que el autor del libro no cree que nadie de dentro de la compañía haya llegado a leerla—.
Tras la llegada de Uber tuvo lugar una ola de suicidios entre taxistas y conductores en Estados Unidos
Algo que desde el Ayuntamiento se llegó a tildar de "epidemia". La mayoría de los conductores eran inmigrantes, algunos de los cuales habían contado a familiares y amigos que estaban pasando un mal momento desde que la compañía empezó a dominar el mercado de los viajes con conductor.
Poseían licencias que se habían devaluado enormemente —hasta de más de un millón de dólares a 200.000—.
En la empresa se cenaba gratis, pero solo si trabajabas horas extra
Durante una época, Uber ofrecía cena gratis a sus trabajadores pero solo a las 20.15 de la noche, así que solo se podía disfrutar si se trabajaban horas de más, indicó Business Insider.