Lorenzo Sastre, Asesor en Regulación y UIT y ASIET, comenta como las telecomunicaciones, como industria, no son una excepción a la transformación que implica Blockchain
La definición más básica de Blockchain “cadena de bloques” o Tecnología de Contabilidad Compartida (DLT, por sus siglas en inglés) es un Libro de Contabilidad digitalizado abierto, compartido y seguro, que no puede modificarse una vez que una transacción ha sido registrada y verificada.
Todas las partes de la transacción, así como un número significativo de terceros, mantienen una copia del Libro Mayor (es decir, de la cadena de bloques), lo que significa que sería prácticamente imposible modificar cada copia del Libro Mayor globalmente para falsificar una transacción.
Recientemente, la DLT se ha convertido en una de las innovaciones disruptivas con un gran potencial para cambiar la economía, cultura y sociedad tal como las entendemos. El éxito relativo del Bitcoin ha desencadenado el establecimiento de casi mil nuevas criptomonedas, lo que ha llevado a la ilusión de que la única aplicación de la tecnología de la cadena de bloques es para la creación de criptomonedas; sin embargo, la tecnología de la cadena de bloques es capaz de mucho más.
DLT es en teoría una tecnología segura por diseño y un ejemplo de un sistema informático compartido con alta tolerancia a fallos, que permite conseguir un consenso descentralizado entre las partes participantes en el proceso. Ofrece numerosas funcionalidades a sus usuarios, siendo las principales la descentralización, la inmutabilidad, la seguridad y la transparencia.
Esas funcionalidades tienen el potencial de alterar los modelos de negocio actuales en la mayoría de las industrias eliminando intermediarios, aumentando la eficiencia y abriendo nuevas oportunidades para generar ingresos. Permite aplicaciones/servicios innovadores descentralizados tanto financieros como no financieros como pueden ser servicios electrónicos (e-servicios) o los servicios basados en Internet de las cosas, eliminando la necesidad de intermediación de terceros.
Esto hace que DLT sea adecuado para la grabación de eventos (procesos de votación digital), registros de transacciones de pago y otras actividades de gestión de registros, administración de identidades, procesamiento de transacciones y prueba de procedencia de datos.
Operadores de telecomunicaciones y Blockchain
Las incertidumbres que se ciernen sobre el futuro papel de los operadores de telecomunicaciones en el ecosistema digital tras la irrupción de nuevos jugadores como son los operadores de servicios sobre Internet (OTT), unido a otros factores influyentes del mercado, tales como la intensa competencia, la inestabilidad de las economías, la política, las regulaciones, hace que la combinación de todos estos factores tenga un impacto claro en el crecimiento de la industria de telecomunicaciones y, por supuesto, en su rentabilidad.
Las telecomunicaciones, como industria, no son una excepción a la transformación que implica Blockchain. Ante esa tecnología disruptiva los operadores no pueden permanecer inactivos y, por lo tanto, deben reaccionar e intentar aprovechar todas las posibilidades que esta tecnología pueda aportar al ecosistema digital y consecuentemente al mercado de las telecomunicaciones.
No obstante, al igual que con cualquier otra tecnología, su adopción de forma estandarizada y a gran escala dependerá de la regulación que se adopte (la UIT ha creado un grupo focal para Blockchain) y sólo se logrará si existe una percepción clara de su utilidad y los beneficios que comporta, por ello resulta esencial enfatizar en los aspectos de rentabilidad que pueda suponer para los operadores.
Factor, ese último, muy relevante dada la disminución de los ingresos provenientes del servicio fijo de voz y el aumento de los costos debido a las altas exigencias de ancho de banda generado por los nuevos servicios digitales, que tienen un impacto en las inversiones futuras y la sostenibilidad empresarial.
Se hace necesario más que nunca que tanto operadores como reguladores actúen de la mano para que el potencial del uso y beneficio de la DLT sea percibido de una forma clara y precisa.
Variados son los usos que los operadores pueden hacer de la DLT. La implementación de Blockchain será eficaz para abordar los problemas que históricamente han sido un desafío para los operadores de telecomunicaciones, tales como la realización de acuerdos con terceros, la puntual autenticación de los contratos con sus clientes para la provisión de servicios, conseguir una mejor eficiencia en la gestión de costos, así como mejorar los procesos para implementar nuevas tecnologías, incluidos IoT y 5G.
En un entorno inteligente, la cadena de bloques promete beneficios para los operadores de telecomunicaciones, el más evidente y realista parece ser su uso para efectuar las liquidaciones entre operadores y para los servicios de itinerancia. En estos casos, los operadores de telecomunicaciones pueden utilizar el contrato inteligente, que es una de las aplicaciones de Blockchain ampliamente conocida.
Un contrato inteligente es un contrato digital y seguro que verifica y aplica los términos del contrato entre dos o más participantes.
En otro ámbito, la tecnología DLT permite a los operadores publicar planes de pago/prepago como contratos inteligentes en una cadena de bloques, que son visibles para todos los demás operadores y sus clientes, además de otros tipos de ofertas. Cuando un nuevo cliente selecciona una oferta, se crea un contrato inteligente a la vez que una Identidad Digital del cliente, identidad que utilizará la funcionalidad de criptografía en Blockchain que proporciona servicios de autenticación basados en el concepto de clave digital pública/privada, que permite realizar la transacción de pago directamente al operador que ha generado la oferta.
Lo que sí parece claro es que la tecnología DLT ha llegado para quedarse y que los operadores están considerando su implementación en sus sistemas de gestión básica para ayudar a reducir las complejidades de los procesos de liquidación, mejorar la eficiencia de costos y procesos y para crear nuevas perspectivas para la generación de ingresos.
Se hace necesario trabajar estrechamente con las autoridades regulatorias, con el fin de reducir las lagunas que puedan surgir en la comprensión de las nuevas innovaciones, como puede ser la DLT, y facilitar la adaptación y adopción de éstas, tarea que servirá a los intereses de los operadores y de los reguladores.