En el marco de la Argentina Fintech Forum 2024, evento especial organizado por la Cámara Argentina Fintech y que reunió a los principales referentes de la industria fintech y del ecosistema bancario, las criptomonedas fueron un tema central.
Argentina, uno de los países con mayor adopción de criptoactivos a nivel mundial, se destaca en la región tanto por la popularidad de estas tecnologías como por la discusión sobre el marco regulatorio que afecta su expansión.
El panel "La nueva dimensión del sistema financiero argentino" contó con la participación de Gustavo Manríquez, CEO de Supervielle; Fabián Kon, CEO de Banco Galicia; Paula Arregui, COO de Mercado Pago; y Pierpaolo Barbieri, CEO y fundador de Ualá.
Todos coincidieron en la importancia de avanzar hacia una regulación clara y equitativa para la industria de las criptomonedas, permitiendo que los actores del sector puedan ofrecer servicios cripto bajo las mismas reglas.
La falta de un marco regulador específico llevó a varios de los panelistas a compartir sus experiencias frustrantes con la oferta de productos relacionados con criptomonedas en Argentina.
En ese sentido, Manríquez comentó que el Banco Galicia solo pudo operar con cripto durante dos días, y Ualá, apenas por dos meses. "Estamos todos en la misma situación, nadie puede vender cripto en este momento," lamentó Barbieri.
Kon defendió que el concepto de libertad en el mercado financiero debería incluir la posibilidad de que los usuarios elijan y administren los activos de su preferencia. Sin embargo, advirtió que la libertad debe ir acompañada de responsabilidad, especialmente para evitar el lavado de dinero.
"La libertad no significa abrir el sistema financiero sin control, pero sí habilitar la compra de activos con un enfoque responsable. Es necesario un equilibrio donde se proteja a los usuarios y se promueva la innovación", afirmó.
Por su parte, Arregui explicó que la compañía optó por no lanzar servicios cripto en Argentina, aprendiendo de las experiencias previas de Galicia y Ualá, y priorizando la expansión de estos servicios en Brasil, México y Chile, donde la regulación es más favorable.
"Nos enfocamos en esos mercados y nos va muy bien", señaló Arregui, quien destacó que cripto representa para Mercado Pago una herramienta que promueve la libertad y el poder de decisión del usuario sobre su propio dinero, más allá de ser solo una opción de inversión.
Para Pierpaolo Barbieri, el potencial de las criptomonedas y el sistema financiero digital va más allá de la inversión. "La adopción de criptomonedas representa una oportunidad para que los usuarios ahorren y protejan su capital, algo que el efectivo no permite en un contexto inflacionario", afirmó.
Aemás el fundador de Ualá subrayó la importancia de promover la competencia en el mercado, permitiendo que nuevas empresas y jugadores desafíen a los ya establecidos. "La competencia es vital para crecer. Sin nuevos desafíos, nos atrofiamos como industria, y eso ya lo hemos vivido en Argentina," sentenció.
También mencionó que en su momento había sido crítico de las criptomonedas, pero que cambió de opinión con el tiempo. "Para la nueva generación, Bitcoin es una especie de 'oro digital', y tiene que estar en la oferta financiera para que los usuarios tengan más alternativas", explicó Barbieri.
Manríquez fue claro al expresar que, aunque no ve a cripto como un negocio prioritario para el banco, no desea perder clientes por no poder ofrecerles estos servicios.
"No soy el mayor defensor de cripto, pero quiero que mis clientes tengan la opción de operar con cripto en Supervielle. La libertad significa permitirles elegir, y si no lo ofrezco yo, lo buscarán en otro lugar", argumentó.
Finalmente, todos los participantes coincidieron en que el establecimiento de reglas claras y parejas para operar con criptomonedas beneficiaría tanto al sistema financiero como a los usuarios, permitiendo a los bancos, fintechs y nuevas empresas competir de forma justa.
El Argentina Fintech Forum 2024 demostró que, si bien existen diferencias en el enfoque hacia las criptomonedas entre los diversos actores, todos comparten una visión común: la necesidad de construir un sistema financiero más libre, inclusivo y adaptado a los tiempos actuales, con una regulación que fomente la innovación y la responsabilidad a partes iguales.