El Gobierno busca llevar al Congreso un nuevo paquete de medidas fiscales que incluye cambios en el Monotributo. El proyecto aumenta los niveles de facturación, pero en menor medida que la propuesta anterior contenida en el megaproyecto de Bases que fue retirado del Congreso. No obstante, la cuota a ingresar aumenta más que en la versión anterior.

La categoría más baja del Monotributo tendrá un tope de facturación anual de $3 millones, frente a los $5 millones propuestos inicialmente. Las demás categorías también se ajustan a la baja, con topes que van desde los $4 millones hasta los $20,5 millones anuales.

La iniciativa contempla una actualización trimestral de estos montos en base al IPC, aunque el ajuste inicial queda por debajo de la inflación acumulada hasta el momento.

Cómo quedarían las nuevas categorías del monotributo y qué dicen los especialistas

Para la categoría A, la facturación anual máxima se eleva de $2.108.288 a $3.000.000, un 42% más que el límite actual. En el megaproyecto, este tope era de $5.000.000.

Las demás categorías también experimentan incrementos, con las más altas recibiendo un porcentaje mayor. La K, por ejemplo, sube un 109% a $35.500.000, aunque en el proyecto original se proponía un límite de $68.000.000.

"La iniciativa contempla una actualización trimestral de estos montos en base al IPC, aunque el ajuste inicial queda por debajo de la inflación acumulada hasta el momento. El ajuste de enero 2023 versus 2024 fue de 110% cuando la inflación fue de 211%, perdió la mitad de la inflación", explica a iProUP el contador Lucas Strasorier.

 

Las categorías más bajas tienen una actualización inferior a la inflación del primer trimestre, que podría rondar el 57%. El objetivo es que los monotributistas de estas categorías suban de escala más rápido.

"La realidad es que los contribuyentes notarán que las cuotas a pagar mensualmente aumentan de manera significativa. Para la categoría A, la cuota pasa de $12.128 a $26.100. En la categoría H (la más alta de servicios), la cuota sube de $66.111 a $133.097, y en la K (venta de bienes) llega a $246.919 ($106.964 actualmente)", detalla a iProUP la contadora Florencia Virgolini.

El proyecto también incluye el pago del componente impositivo postergado del año pasado. Para las cuatro categorías más bajas, se suspendió el pago de este componente durante 6 meses a partir de septiembre de 2023. Ahora, ese monto se superpondrá con la cuota mensual, con vencimientos en marzo, abril y mayo de 2024.

"Los montos del Monotributo sufren una caída significativa en comparación con la inflación. Si bien el régimen se ajusta automáticamente por la movilidad jubilatoria, el aumento de enero de 2023 (110%) no alcanzó a cubrir ni la mitad de la inflación real (211%), lo que significa que los tramos de escala actuales se encuentran considerablemente por debajo de lo que deberían ser", remarca a iProUP el tributarista Emilio Cabral.

Cuánto pagará cada categoría del monotributo

A partir de la norma que impulsa el gobierno, las categorías quedarían del siguiente modo:

Para Prestadores de Servicios

Para Venta de Cosas Muebles

Respecto a las actualizaciones, el texto destaca: "Los montos máximos de facturación, los montos de alquileres devengados y los importes del impuesto integrado a ingresar, correspondientes a cada categoría de pequeño contribuyente (...) se actualizarán trimestralmente a partir del mes de abril del año fiscal 2024, inclusive, por la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC)".

En resumen, el nuevo proyecto del Gobierno aumenta las escalas del Monotributo, pero en menor medida que la propuesta anterior. Sin embargo, las cuotas a pagar aumentan más, y las categorías más bajas no se actualizan con la inflación.

El pago del componente impositivo postergado del año pasado también se suma a las cuotas mensuales, algo que representará un impacto para los monotributistas.

La propuesta aún debe ser debatida y aprobada en el Congreso. Se trata de un intento del Gobierno por actualizar el esquema tributario del país en un contexto de desafíos económicos y necesidades fiscales crecientes, con un clima, todavía, de alta inflación.

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